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Ladeó su cabeza, para observar, en un sumo silencio, el montón de casas que quedaban acopladas ante sus ojos. Desde lejos se podía apreciar mucho transeúnte por las modestas calles, además de todo el ruido que sobrellenaba cada rincón. Al retener su mirada, una sensación extraña apareció, junto a una agridulce, estancando su saliva en la garganta. Cuando volvió a admirar a Jungkook, quien se encontraba frente a él, apreció su sonrisa y sus redondos ojos. Ambos se encontraban cerca del jardín y afuera de su antigua casa.

Esa misma tarde, el menor había llegado como si nada y le había propuesto salir de esa casa, para dar un paseo cerca del río, que estaba del otro lado de la pequeña ciudad. Taehyung, por nada del mundo, quería salir, aquello se notaba en su insegura mirada. Pero, de todas formas, no sabía cómo negarle algo que muchas veces se prohibió a sí mismo.

Jungkook se veía muy emocionado, y no era para más, pues sólo esperaba que el mayor aceptara la idea, sin negatividad que le pudiera atrofiar la sonrisa. Éste seguía admirándolo, algo cohibido. Pues no se dignaba a salir de su dichoso hogar para nada más que abastecerse, aunque sonara casi de enfermo. Pensar en atravesar las calles hacía que su pecho se apretara y que, a la vez, un inmenso vacío doliera, así como frescas heridas al descubrirse. Sus palabras seguían estancadas, porque temía. Temía demasiado cada vez que debía salir, aunque se expusiera demasiado poco.

—¿Por qué quieres hacer esto? —Le preguntó, aún cohibido en su posición. Su tono sonó inconscientemente suplicante.

—Porque será bueno para ti —Le dijo, mirándolo con atención. Taehyung bajó su mirada y permaneció en silencio. Pensó por casi una infinidad, en donde Jungkook sólo esperaba pacientemente.

—No me obligarás a quitarme la máscara, o dirás algo relacionado, ¿cierto? Porque, ahora te lo digo bien, Jeon Jungkook —Lo miró con atención, intimidante y sin pestañear. Éste se enderezó, poniendo rígida su espalda. Sintió una corriente eléctrica atravesarlo—. No pienso aguantar mucho con mi simpatía ante tu curiosidad. Te dije que me querrías con y sin máscara, y esto soy. No soy mucho.

Jungkook lo quedó admirando, en un silencio piadoso. Sus ojos brillantes admiraban los suyos un tanto enfadados. De cierta forma, a través de todos esos muros que interponía su mirada, su actitud y su máscara, podía ver un ser muy indefenso. Tanto como para confirmar que no es mucho como persona, cuando él mismo, con toda aquella indefensa en su interior, lo cree así.

—No lo haré, Taehyung, es para sacarte de aquí. Distraerte. —Respondió con voz frágil.

Taehyung lo miró, se destensó y todo aquel miedo que sentía fue pasando a una extrañez. Una extrañez grande que lo dejó en disputa. Pero siguió admirando a Jungkook y no dijo nada, pensando en su propuesta. Y así permaneció en un duradero silencio, hasta que, con sus nervios e impulsos ocultos, tomó de su mano con desprevenida y gran fuerza, empezando a caminar, sin atreverse a preguntar nada, hasta alejarse cada vez más de la vieja casa, con sus decisiones fuera de órbita en aquel momento. Estaba avanzando sin rumbo aparente.

—¿Q-Qué haces, Taehyung? —Preguntó, algo acelerado por los pasos que iban dando, todo aquello tomándolo por sorpresa. Éste paró en seco, respirando más denso. Se dio media vuelta y lo admiró, sin disponerse a desenredar sus manos. Se reincorporó y se acercó más hacia su cuerpo. Su mirada se expresaba igual de acelerada.

—Vamos. —Le dijo severamente.

Jungkook entreabrió sus labios y bajó su mirada. Se fijó en sus manos unidas y cómo los dedos del contrario temblaban. Apretaba tanto aquel agarre que, aunque quisiese, no podría soltarse. Y sólo lo dejó. Aunque no entendiera su actitud del todo, aunque ahora era él el que se sentía inseguro, sólo dejó que fluyera. Así continuaron por el camino al pueblillo, en un sumo silencio.

The Truth Untold (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora