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Eran pocos los segundos que pasaban estando en aquel lugar. Taehyung daba pasos desesperados, así como un desquiciado, por los confusos callejones. Las gotas de sudor adherían sus opacos cabellos a su frente. Las calles de la ciudad se encontraban extrañamente vacías y oscuras. Con su máscara en el rostro, se limitó a correr por subidas y bajadas, pero, aun así, sentía que no podía avanzar ni el más mínimo paso en el instante. Era como correr por aquellas jaulas en donde retienen a los Leones, sin dejarlos escapar. Como si se hundiera en profundas y oscuras aguas que, a la vez, le dejaban la vista a ciegas y el corazón colgando de un hilo.

De un instante a otro, sintió un deplorable e intrigante frío haciendo presión en su pecho. Éste se encargaba de rebalsarle cada parte del cuerpo. Su mirada se abrió y se vio a sí mismo tumbado en el suelo. Así saboreó el polvo de las heladas baldosas. Sintió cómo un dolor remitente le recorría todo el cuerpo. Pues el pánico lo inundaba. Lo inundaba tan rápido, como si fuese a ser capturado, paralizándolo de cierta forma. El enfermizo miedo dejaba que su intuición lo aproximara hacia algo terrible. Pero, aun así, sus sentidos los sentía demasiado perdidos como para presagiar algo en aquel preciso instante.

Una vez que, desgraciadamente, se encontró tumbado boca abajo en el suelo, no se atrevió a levantar su mirada de éste. Se limitó a admirar la baldosa como el paisaje más hermoso que podría llegar a apreciar en ese preciso instante, porque todo a su alrededor lo asustaba. Como si el miedo que sentía le estuviese robando toda la audacia, dejándolo sin lo más mínimo de su valor. Sentía diferentes gotas escurrir por su rostro: no todo era sudor, pues un llanto inconsciente frotaba de sus ojos. Eran como frías lágrimas de cocodrilo que lo desconcertaban, mientras aquel dolor incrementaba hasta poder lastimarlo.

Una sigilosa y temerosa ola de viento helado pasó detrás de su mallugada penumbra. Sus manos, las cuales se encontraban aferradas al polvo del suelo, como si fuera el único soporte que tuviesen, se vieron contraídas cuando la mujer pisó fuertemente de ellas con sus duros y ásperos zapados, mientras desde arriba lo admiraba con una palpitante rabia. De sus ojos sobresalía una viva imagen de un corazón lleno de dolor e impotencia. Aplastó así los dedos del menor, hasta que crujiesen y se doblasen en contra del suelo. Provocó sus dolorosos gritos, aquellos que no eran más que desafinados quejidos de desesperación. Pues él no podía comprender por qué la mujer le seguía haciendo todo aquello. Hace demasiado tiempo no comprendía nada del resto de las cosas. Nada que le significara algo de ese mundo.

Al admirarlo, tan frágil y asustado, la mujer se agachó hacia donde él estaba. Sus ojos estaban rebalsados de ira. El muchacho se contrajo en su posición. Percibía que ya nada más podría hacer tumbado en el suelo y totalmente paralizado de miedo. Cualquier movimiento era en vano, así como sus gritos. Un tibio aire pasó por sus mejillas cuando la mujer respiró cerca de su máscara. El torso le tembló al recibir tales corrientes. Las lágrimas fueron incrementando cruelmente en su rostro. Internamente se gritaba, se suplicaba para no dejarlas caer, pero rogarse aquello a sí mismo era aún más cruel que ese momento. Él sólo deseaba desaparecer. Deseaba volver hacia su hogar, encerrarse y nunca más volver a someterse por aquellas calles.

Deseaba nunca más escuchar las palabras del resto, que sólo hirieron más lo que ya estaba dañado. Que sólo clavaron, con más profundidad, aquellas espinas en donde ya estaba lastimado.

Sintió más cerca el rostro de ella. Él sólo reprimió sus labios, callándose. Se negaba a provocar el sonido de los sollozos que estaba conteniendo. Se negaba a demostrarse más débil de lo que ya parecía ante todas esas humillaciones.

—¿Ahora usas una máscara? —Ella dijo incrédulamente, fría ante la desesperación ajena. Taehyung se removió, soltando un gemido. No se atrevió a responder, lo que sólo provocó que la mujer prosiguiera con sus palabras—. Qué irónico y ridículo te ves, muchacho.

The Truth Untold (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora