XIII

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Alzó su cabeza para ver las facciones de Horacio, una pequeña sonrisa se cruzó por sus labios, la noche anterior se había quedado en casa del de cresta y si bien había intentado irse a dormir a la otra habitación, el Omega no lo había dejado.

Su mano acariciaba lentamente el vientre de Horacio, aquella noche había descubierto que los cachorros se quedaban tranquilos con el simple hecho de que Volkov colocará su mano en el vientre, así que ahora acariciaba su piel lentamente.

El chico suspiró entre sueño y una pequeña sonrisa se posó en sus labios, Víktor sonrió.

—¿Qué estarás soñando, pequeño travieso? -murmuró en voz baja-

Aún no podía creer que sería padre, recién llevaba dos semanas de conocer la noticia y aún no podría creer que ahora, aparte de Horacio, tenía una nueva motivación para levantarse por las mañanas.

Dos pequeños, una niña y un niño que muy pronto les dirían papá.

¿Cómo sería el de padre?

—Volkov, te estoy hablando.

El ruso alzó su cabeza cuando Greco le llamó, suspiró.

—¿Qué pasa?

—¿Qué te sucede a ti? Te estoy llamando hace cinco minutos.

—No es nada, no es nada.

—Ya, entonces ¿Le digo a Horacio que entre?

—¿Esta aquí? ¿A que vino?

Greco mordió su labio inferior más no pudo evitar reírse a carcajadas.

—Joder tío, estás coladisimo, eh.

—¿Qué? No jodas Greco.

—Volkov ¿Enserio no te das cuenta? Hasta tus ojos brillaron cuando dije su nombre.

El ruso rodeo sus ojos mientras tomaba la lapicera para jugar con ella.

—¿Qué necesitas? -replico el comisario-

—Que te salgas de servicio y vengas conmigo

—¿Y quién va a quedar a cargo?

—Dejamos a Fred y ya está, vamos.

El ruso lo pensó, no quería dejar a Gustabo a cargo pero debía confiar en él, el chico tampoco hacia mal su trabajo.

—Esta bien, vamos.

Se levantó de su asiento mientras Greco le comunicaba por radio a Gustabo que quedaba a cargo, Volkov fue a dejar el taser y la reglamentaria para luego caminar hacia el estacionamiento donde lo estaban esperando Greco y Kylie apoyados del auto del primero.

—Ay no, cuando ustedes dos se juntan es porque es malo.

—Deja de llorar y sube -comento Kylie-

Sí iba hacer un largo, largooooooo día.

Kylie y Greco lo llevaron hacia la playa, los dos sabían que era el lugar de tranquilidad de él, dónde podía sentir a su madre y a su hermanas cercas.

Más cuando sus cenizas fueron lanzadas al mar.

Se cruzó de brazos en un intento de protegerse, Kylie se sentó a la orilla de la playa en la arena, Greco imitó su acción, suspiró.

Iba a tener que lo mismo que realizar la misma acción que sus compañeros, así que con cuidado se quitó sus zapatos para al menos quedar descalzos y poder sentir el agua fría en sus pies, se sentó en medio de Greco y Kylie mirando el horizonte. Los minutos pasaban y ninguno de los tres hablaba hasta que fue la chica quién rompió el silencio.

Lunar ||Volkacio Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora