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13

Los recuerdos pasaban como una vieja película al reproducirla de nuevo, Hyunjin miraba atento a Jisung que parecía estar más concentrado en realizar sus tareas que en prestarle algo de atención.

- Jisung -habló Hyunjin llamando la atención del más pálido-, ¿te gustaría salir conmigo en la tarde? Después de clases -se encogió de hombros.

Jisung no sabía que decir o que pensar al respecto con claridad, realmente no esperaba que siquiera aquel frente a él tuviera un gran interés en él, le parecía algo sumamente fuera de lugar, no entendía cómo era posible que pudiese llegar a gustarle a un chico tan atractivo como Hwang Hyunjin.

- Creo que -Hyunjin observaba con claridad aquel cambio tan bueno que había hecho en Jisung, pues en otras circunstancias tartamudearía y se vería obligado a bajar la mirada ante su atenta mirada, sonrió satisfecho con lo que había hecho-, deberíamos esperar hasta fin de semana.

- ¡Nooo! -se quejó Hyunjin mientras mostraba su labio inferior, haciendo que Jisung sintiera ganas de soltar una risa debido al pequeño berrinche que Hyunjin estaba a punto de hacer-. Quiero que vayamos a un lugar...

- ¿A qué lugar?

- Cualquier lugar es bueno, mientras estés a mi lado -Jisung rodó los ojos divertido, parecía ser que Hyunjin quería sacar un poco su lado romántico con él-, no es un chiste.

- Pero me haz hecho reír, así que puede serlo -Hyunjin sonrió ante aquella respuesta.

Definitivamente aquel cambio había resultado, agradecía eso, ahora Minho no tendría el camino tan libre como lo piensa, Hyunjin se sentía levemente sorprendido con respecto a lo que había sucedido aquellos días en los que Minho en verdad lamentaba a más no poder la muerte de Jisung, muchas veces se preguntó la razón por la cual lo hacía, pues en vidas pasadas no lo había hecho siquiera.

Siempre había sido lo mismo, desde que el alma de Jisung había sido confiada a él, todo había sido una locura, Jisung siempre se había tratado de un chico algo confiado en las personas, tímido a más no poder cuando se trataba de amor, y un completo experto en circunstancias que tenían que ver más con la depresión.

Hyunjin siempre estaba con él, vigilando y tratando de hacer que se protegiese, pero no siempre podía, no cuando Minho llegaba a la vida de Jisung, la primera vez que se conocieron se enamoraron por un descuido de Jisung, pero a pesar de que Jisung entregaba todo de él, Minho no ponía de su parte, dejando que ese amor se marchitase y terminase en abandono total, Jisung murió después, otro suicidio, y Hyunjin se prometía que la siguiente vida para aquella alma sería distinta.

Pero no.

Todo era exactamente igual, todo parecía ir bien hasta que Minho llegaba de nuevo y arruinaba todo en Jisung, tanto así que le obligaba a querer desaparecer del mundo, y Hyunjin solamente se quedaba observando, apretando sus puños en impotencia por no poder estar allí presente y salvar aunque sea por una sola vez a Jisung.

Y ahora en la vida actual de Jisung, a pesar de que había cometido el mismo acto, Hyunjin también vio un cambio en aquel que tanto le hacía daño, y es que en las otras vidas, Minho nunca le había tomado nada de importancia a la muerte de Jisung, lo olvidaba como se olvida un hermoso ramo de rosas que se marchitan, y que lo cambias por otro más fresco, dejando de lado la muerte de las anteriores flores.

Esta vez cuando miró como Minho prácticamente se moría por tener de nuevo a Jisung con él, pensó que había sido un error, y que poco después él estaría bien, pero todo indicaba totalmente lo contrario, lo cual había hecho que Hyunjin se preguntase la razón del por qué pasaba aquello, ¿acaso había sido el alma de Minho quien se había percatado de su enorme error? No lo entendía.

Y aún no lo hace por completo.

- ¿Podrías dejar de mirarme? -Hyunjin se percató de lo que hacía, pero no miraba a Jisung fijamente, simplemente se había perdido en todos aquellos recuerdos amargos-. Iré contigo si es lo que quieres.

- Por supuesto que es lo que quiero, Jisung.

- Entonces ¿es una cita? -preguntó Jisung mientras se incorporaba y recogía parte de sus cosas, dejando solo un libro en la mesa.

- Dalo por hecho -canturreo feliz Hyunjin.

Jisung le dedicó una última sonrisa para después retirarse, Hyunjin le miró irse poco a poco, pensando en lo hermosa y pura que aún seguía siendo el alma de aquel chico a pesar de haber pasado por las peores cosas posibles.

Ayudar a Minho no era un plan que Hyunjin quería seguir del todo, y a pesar de que sabía que Minho siempre se encontraría con Jisung, esta vez quería que todo fuese distinto, pero tarde o temprano, Jisung no podrá evitar caer de nuevo en los encantos de aquel idiota, después de todo sus destinos siempre terminan enlazados, aunque lo malo era que terminaba todo mal entre ellos, y no quiere que de nueva cuenta Jisung cometa el grave error de querer irse del mundo, no lo permitiría.

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