17

1.6K 239 8
                                    

En cuanto Minho tomó aquella mano, Hyunjin la apretó para que no le soltase en lo absoluto, la mirada de Minho se dirigió hacia el agarre entre sus manos, observándolas juntas, y como un resplandor se iba formando desde el centro del suelo, justo en la unión de sus manos, abrió sus ojos en grande ante la sorpresa de ver aquello, asustándose un poco, y tratando de liberar su mano debido al miedo, pero Hyunjin se lo impidió.

—Será mejor que no me sueltes, o podrías quedar atrapado en las afueras del tiempo y espacio —advirtió Hyunjin, Minho le dio una mirada.

—¿Qué es lo que eres? —preguntó, tenía sus dudas, Hyunjin elevó las comisuras de sus labios en una sonrisa tenue.

—Ahora lo averiguarás.

Y con esa respuesta, el resplandor se hizo cada vez más intenso, tan intenso que ni siquiera Minho podía abrir los ojos debido a esa luz blanca que había iniciado en el suelo, se iba expandiendo hasta por fin alcanzar el final de la posición de sus pies de ambos, y hacerlos desaparecer de aquel lugar, Minho no abrió los ojos, la luz era intensa, además de que había sentido como si sus pies no tocaran el suelo, su corazón latía en desenfreno, estaba asombrado y totalmente atemorizado por lo que estaba ocurriendo, pero esto era necesario para que pudiera ver lo que había acontecido en otros años, en aquellos años en que había conocido a Jisung, en que le había hecho mucho daño.

No pasó mucho tiempo, cuando volvió a sentir que sus pies habían tocado la tierra de nuevo, le costó trabajo querer abrir los ojos, pero pudo hacerlo, poco a poco sus parpados fueron abriéndose para darse cuenta de que no se encontraba en el departamento que compartía con su mejor amigo.

Estaban en una zona más rural, Minho parpadeó un par de veces, las montañas parecían ser más cercanas, había un enorme campo de arroz, y a unos metros más alejado, había una casa hecha de madera que solamente tenía una ventana y una puerta al frente.

—¿En dónde estamos? —Hyunjin sonrió al escuchar aquella pregunta, para él no fue la primera vez que le habían asignado cuidar del bienestar de un alma, pero si la primera vez que se había quedado embelesado por una.

—Aquí es donde Jisung tuvo su primera vida —contestó Hyunjin, Minho le miró de soslayo—, acerquémonos.

—¿Pueden vernos? —Hyunjin negó con la cabeza.

—Eso es un privilegio —contestó Hyunjin.

Comenzaron a caminar, Minho sentía los nervios en su cuerpo, Hyunjin lo sabía.

No tardaron en caminar mucho cuando las risas se escucharon, ambos miraron por donde provenían aquellas risas, y allí los vieron, Minho elevó ambas cejas, era como verse en un espejo, pero cuando era más pequeño, allí estaba Jisung, estaban jugando, eran unos niños.

—Ustedes siempre se escondían en los campos vecinos o en los bosques cuando querían verse y jugar —comenzó a hablar Hyunjin.

—Entonces lo conocí en mi infancia —Hyunjin asintió.

—Siempre creí que era divertido verlos jugar —comentó—, aunque, los que son tus padres aquí, no estaban de acuerdo —Minho le miró —, son importantes en la sociedad, y no quieren que estés con él.

Siguió mirando, ambos niños se abrazaban debido a que Jisung había perdido el equilibrio y estaba a punto de caer, ambos reían por aquel hecho, Hyunjin no pudo evitar sonreír al ver aquello.

—¿Qué pasó? —Hyunjin miró de soslayo a Minho, quien miraba ambos niños.

—Pasaban demasiado tiempo juntos, tanto que fue inevitable que empezarás a sentir algo por Jisung, y él también, era mal visto que dos hombres se amaran, y, de todas formas, fuiste capaz de venir a verle —la escena se desvaneció como arena que es soplada por el aire, y de nuevo regresó mostrando algo distinto, la edad de ambos era mayor, Minho podía verse como ahora, mientras estaba con Jisung abrazándolo—, aquí es cuando le prometes que huirán para ser felices.

—Supongo que eso hicimos —Hyunjin dió una respuesta afirmativa.

—Pero no fue como Jisung lo esperaba —Hyunjin soltó un suspiro—, cuando viste que prácticamente te habías quedado sin los lujos que tenías, te volviste reacio, te enojabas por cualquier cosa, y Jisung no paraba de llorar día y noche, te molestabas, le pegabas.

Minho observó cómo la escena de ambos juntos desaparecía y pasaban a una en donde al parecer, él se encontraba con Jisung discutiendo, al final había empujado a Jisung haciéndolo caer, y él se había ido de allí caminando con prisa y cerrando la puerta con fuerza, miró a Jisung, quien se abrazaba así mismo para darse consuelo y cómo las lágrimas comenzaban a caer mojando su rostro.

—¿No hice nada?

—Te fuiste —respondió Hyunjin—, regresaste con tus padres, pediste perdón, y te quedaste con ellos, olvidándolo a él, justo aquí —Hyunjin trago grueso—, la tristeza logró consumirlo por completo, no comía, se descuidaba mucho, lo vi morir lentamente.

—¿Por qué no hiciste algo al respecto? —ambos se miraron a los ojos.

—Un ángel guardián no puede meterse en los problemas humanos —Minho entreabrió los labios al escuchar eso, Hyunjin era el ángel guardián de Jisung—, esta fue la primera vez que lloré por un humano, la primera vez que deseé estar allí con él y abrazarlo para pedirle que resistiera, que todo iba a estar bien —los ojos de Hyunjin se cristalizaron, todavía le dolía demasiado ver aquello—, pero en cambio sólo lo vi desaparecer del mundo.

Minho se mordió la lengua, ¿tan malo era en sus vidas pasadas? No lo podía siquiera creer, miró a aquel Jisung que seguía fundido en su llanto, y quiso estar junto a él, y al igual que Hyunjin, quería hacerle saber que todo estaría bien, que dejase de llorar, que nada malo pasaría y que sería feliz como siempre, pero no podía, allí no.

—Tenemos que irnos —comentó Hyunjin.

Minho no le dió una respuesta, él simplemente se quedó mirando aquella escena, observando a Jisung, sintiendo sus dedos picar debido a las ganas enormes que tenía por correr y abrazarlo, la luz volvió a aparecer, y cuando menos lo esperó, aquella escena había desaparecido.




ꪗꫀડ𝕥ꫀ𝕣ᦔꪖꪗ || ꪑⅈꪀડꪊꪀᧁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora