CAPÍTULO 28

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Hola pecadorxs, ¿Cómo están? ... yo llena de trabajos por hacer, este es mi primer fin de semana tranquilo desde que volví a clases presenciales, LO SIENTO MUCHO, yo quisiera escribir y subir capítulos seguidos pero no me alcanza el tiempo, de verdad gracias por esperar. 

LXS AMO MUCHO PECADORXS... Este capítulo esta bastante largo, me demore mucho para hacerlo, así que espero que lo disfruten tanto como yo escribirlo. 

Prepárense porque es MUY INTENSO... en muchos sentidos... disfruten su lectura. 

Un mes después

Zaila

—Buenos días mi fiera—me saluda Adriano abrazándome a mis espaldas.

Me besa el cuello, con delicadeza mientras desliza su mano hacia mi abdomen.

—Buenos días, mi señor cachondo—digo con una risita, me encanta fastidiarlo.

—Otra vez—replica.

Parece que puedo verlo poniendo los ojos en blanco.

—Si. Por cierto, tu hijo tiene hambre.

—No sé en que momento pensé que tener a Zeus sería una buena idea—explica mientras se posa frente a mi cruzado de brazos.

Su torso desnudo me distrae un poco, decido que no es pecado echar un vistazo a su marcado abdomen, me muerdo el labio y lo veo recargarse en la encimera de la cocina haciendo que sus músculos se estiren y sean más notorios.

Voy subiendo mi vista de poco a poco hasta que llegó a su rostro. Sonríe de manera ladeada y se muestra orgulloso.

—Disfrutando de la vista, esposa mía.

—Contemplo mis posesiones. Si.

—Me encantas— afirma tomándome de la cintura para pegarme a su cuerpo.

El ladrido de nuestro perro nos interrumpe.

—Te lo dije, Zeus tiene hambre. Dale de comer.

—Primero quiero alimentarte a ti—contradice.

—Debes de alimentar a tu hijo. Se un padre responsable, Adriano— le doy la mirada más seria y me cruzo de brazos.

—Bien—dice a regañadientes—. Zeus, ven.

Grita llamando al perro. Enseguida atiende al llamado de Adriano. Es un perrito pastor alemán en color negro, aunque tiene 5 meses es un perro algo grande. Es precioso y muy obediente. El día que Adriano me propuso matrimonio, entramos a la casa y Zeus estaba sentadito sobre su cama. Es muy cariñoso y juguetón. Simplemente amo a este perro.

—Espera—ordena Adriano mientras deja su tazón con comida sobre el piso.

Zeus lo ve a los ojos, esta quieto esperando a que le de permiso para comer.

—Come—señala el tazón y el perro se acerca a comer.

—Es tan inteligente—exclamo orgullosa.

—Como sus dueños.

—Me estás comparando con un perro— digo cruzándome de hombros y se queda callado por unos segundos—. Estoy bromeando—hablo entre risas.

—Joder eres insoportable—exclama dejando lo ojos en blanco.

—Pero así me amas— sonrío triunfal.

—Te amo en cada faceta, mi diosa egipcia—dice mientras hace una reverencia.

—Lo sé—confirmo con elegancia—. Imposible no amarme.

RAMÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora