RAMÉ

CAPÍTULO 6

ZAILA

Hoy es el día de la boda, el día que uniré mi vida a ese imbécil egocéntrico, no nos casaremos por la iglesia, claro esta, seria divertido ver al par de mafiosos verse casar por la iglesia, solo vendrá un juez casarnos, se ara una fiesta en el salón de eventos que tiene la mansión de mi papa, se que lo normal seria ponerme un vestido blanco, pero no soy normal así que escogí un vestido negro de de transparencia con pedrería, lleva una gran abertura en mi pierna, lo complemento con unos tacones altos en el mismo color, mi cabello esta lacio a la altura de mis hombros y complemento mi atuendo con unos pendientes de diamantes que me reglo mi papá.

Muero por ver las caras que pondrán los invitados y mi padre cuando me vean salir con este revelador vestido y sobre todo quiero ver la reacción de Adriano, cuando me siento lista salgo de mi recamara y me preparo para recibir a los invitados , al salir veo que hay muchos hombres de mi papá vigilando que todo este en orden, a lo lejos veo al hermano de mi prometido riendo con mi amiga Circe, ella y yo no hemos hablado desde su, bueno no sabría llamarlo a lo que paso con Alan pero ella se enojó y salió del departamento y Alan hizo lo mismo, me dejaron confundida pero espero hoy poder hablar con ella, mi falso cuñado se acerca a saludarme y me sorprende dándome un beso en la mejilla.

—Hola cuñadita — dice amablemente.

—Hola Alessandro, por cierto tu hermano ¿en donde está?—.

—Está en el jardín— dice señalando con el dedo y veo a Adriano hablando con una mujer, le doy las gracias y me encaminó hacia él. Al llegar con él lo tomo de la mano entrelazando nuestros dedos y si el gesto lo toma por sorpresa no lo demuestra, la mujer de enfrente parece querer matarme.

—Ya vete Charlotte, no volveré a decirlo —dice mi prometido con autoridad.

—Así que esta es la ramera con la que te vas a casar, ¿tan buena es para follar que te vas a casar con ella? —Habla con desdén y mirándome con desprecio.

—Pues modelo, poliglota y abogada si , ramera no, creo que te confundiste querida— le expreso con tranquilidad.

—Ya te dijo que hemos estado follando como conejos desde hace mucho tiempo— me dice con burla y soberbia.

No voy a negar que me siento humillada ante sus palabras, todo mundo sabe que es mi futuro esposo y ahora todos ven que su amante está en el día de mi boda.

—!Basta¡, a mi mujer la respetas — Grita Adriano perdiendo la paciencia.

—Querida, no voy a pelear contigo y menos por un hombre, yo tengo algo que se llama clase y amor propio, no necesito arrastrarme por atención como tú, comprenderás—. Veo su rostro enrojecer del coraje pero no me importa, doy la vuelta y caminó al salón.

Puedo escuchar a Adriano llamándome, diciéndome que pare , pero no me detengo, sigo caminando, la humillación que me ha hecho pasar no se la voy a perdonar. Lo puedo sentir cada vez más cerca y apresuro el paso, logra alcanzarme y me toma del brazo.

—Joder Zaila espera—. Me doy la vuelta y mi mano impacta en su mejilla con tanta fuerza que lo hago perder el equilibrio y su mejilla se torna roja.

—No me vuelvas a tocar en tu puta vida, no lo mereces, esa humillación que me has hecho pasar frente a todos no te lo voy a perdonar y si me caso contigo es porque tienes la protección que mi padre no puede darme —. Le digo con coraje y frustración.