extra

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"ᴛᴇ ᴀᴍᴏ, ʏ ꜱɪ ɴᴏ ʟᴏɢʀᴀᴍᴏꜱ ᴅᴜʀᴀʀ ᴘᴀʀᴀ ꜱɪᴇᴍᴘʀᴇ, ɴᴏ ᴍᴇ ᴇQᴜɪᴠᴏQᴜÉ ᴅᴇ ᴘᴇʀꜱᴏɴᴀ, ᴍᴇ ᴇQᴜɪᴠᴏQᴜÉ ᴅᴇ ᴠɪᴅᴀ."

Bajando las escaleras directo a la puerta para recibir a alguien, JeongIn peinaba sus cabellos mojados mientras se cepillaba los dientes al mismo tiempo. Besó la mejilla de su madre aún con la pasta dental cuando se la encontró, dejándole un rastro y corrió al pedazo de madera de la entrada.

La abrió de un jalón, esperando ver a su chico de bello perfil y ojos preciosos como de diamante. Mala fue su suerte al encontrar al cartero con su típico traje aburrido esperando entregar cartas, mayormente papeles de su mamá o algunas cosas de promoción.

Desganado, tomó los artículos y cerró la puerta. Estaba tan desesperado de ver a su novio que el que no haya sido él le molestaba.

Se terminó de lavar los dientes bien y fue con su progenitora.

—¿Quién era?— preguntó su madre cuando fue directo a la sala, sentándose a un lado de ella.

—El cartero.

Le entró el paquete y se dispuso a ver las cosas en la televisión, percatándose de que era ya un poco tarde a lo acordado con Hwang. Sacó su teléfono y marcó los dígitos correspondientes.

El timbre sonó unas cuantas veces y después marcó como buzón de voz. Se preocupó un poco, pero volvió a llamar, pero se vió interrumpido por el timbre otra vez.

Corrió con todas las fuerzas y chocó con la puerta aún cerrada, inhaló y exhaló unas cuantas veces y por fin abrió. Ahí estaba él, con su cabello largo y dorado, también con unas flores entre sus manos.

Eran rosas rojas que venían combinadas con margaritas blancas en un hermoso papel brilloso. Le sonrió y le entregó las flores.

—Feliz aniversario, amor.— musitó de  forma baja para plantar un casto beso en los labios de su novio.

Por detrás de la escena tierna y llena de amor, DaHyun se dirigía hacia ellos con una sonrisa; le había tomado cariño a HyunJin y le agradecía la forma en la que hacía feliz a su hijo. Siempre que regresaba de una cita con él, su pequeño mantenía una hermosa y sincera sonrisa en su rostro.

Tenían la gran confianza entre madre e hijo que le contaba todas las cosas que hacían, claro que evadiendo aquellos de mucha privacidad. Estaba agradecía por todo.

—Cuida a mi hijo hoy también, Jinnie.— le dijo cuando por fin estuvo a su lado, le dio un beso en la sien de JeongIn y se fue hasta su cuarto.

Después de estar de nuevo sólos, se sonrieron sinceramente y entrelazaron sus manos, ahora dirigiéndose al auto que Hwang había conseguido gracias al trabajo de fines de semana que había tenido hace un tiempo.

Condujo con las canciones favoritas de Yang en la radio, y justo cuando llegaban al muelle de la playa, Genius, la canción que le reveló lo cuan enamorado estaba del menor, sonó. Subieron todo el volumen que el carro les permitió y bajaron de él.

Miraron las hermosas pinturas que el cielo y el sol les regalaban, era un día perfecto para ellos y la melodía por detrás lo hacía ver de película, donde sabes que se aman de la manera más verdadera posible; habían momentos preciosos, y otros imperfectos, pero lo supieron manejar. Esa tarde era épica.

Se tomaron de las manos y se sentaron en la orilla de ese puerto. Está de sobra decir que disfrutaban de la compañía del otro más que nada, así que no era necesario las palabras, más sin embargo, JeongIn quiso sincerarse en la puesta del astro sol.

𝙊𝙗𝙨𝙚𝙨𝙨𝙞𝙤𝙣 ; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora