OCHO AÑOS DESPUÉS...
MALAIKA
Siento el aroma a huevos revueltos y mi estómago ruge, cargo las dos enormes maletas con todas mis fuerzas por toda la escalera. Suelto un suspiro agotador al llegar a la planta baja y me encuentro con Viggo que me observa con un rastro de diversión en su rostro.
—¿Qué?—inquiero a la defensiva.
Lame sus labios y luego hace una rara expresión levantando sus cejas.
—Nada, ven a desayunar—pronuncia y se va al comedor.
Viggo es mi padre adoptivo, él ha estado a cargo de mí estos seis años. Estuvimos fuera del país todo este tiempo, hace dos días regresamos y aunque él insiste en que siga viviendo en su nueva lujosa casa ya es momento de irme. Tengo veintidós años y por más que hace rato no le pertenezca legalmente, él se sigue haciendo cargo de mí.
Me acaba de comprar un departamento soñado en el centro de la ciudad, él ha sido la única persona que estuvo a mi lado todos estos jodidos años.No volví por nada.
Volví por absolutamente todo.
Artemis Caniglia; el productor millonario más exitoso y joven del mundo. Un cazatalentos al que mucha gente admira, sobre todo mujeres. El maldito al que todas desean y el que ninguna logra conseguir.
El puto traidor que me arrebató la vida que tenía, mi vida.
Artemis mató a mi mamá y a mí hermano; su mejor amigo de la infancia.
Gracias a él quede sola. En un puto hueco al que no pertenecía y tenía que sobrevivir obligadamente.
Me he preparado todos estos años, he planeado cada paso y he investigado absolutamente todo de él. Lo persigo desde las sombras y él no tiene idea. Siguió su vida feliz creyendo que el karma nunca llegaría pero cometió un error.
Él debió matarme.
Porque ahora vengo dispuesta a destruirlo.
Voy a entrar a su vida, voy a meterme en sus putas entrañas y cuando lo tenga en la palma de mi mano, voy a verlo sufrir lentamente.
—Aquí tienes—dice y me entrega el plato.
—Gracias.
Observo la tostada con palta y huevo junto al jugo de naranja.
Le doy una mordida y no puedo evitar sentir la mirada de Viggo sobre mí.
—Habla—expreso sin mirarlo.
Suspira.
—¿Estás segura de que quieres hacerlo?—inquiere.
Los ojos pardos de él se cruzan con los míos y mi expresión furiosa no cambia, Viggo sabe perfectamente lo que he esperado este momento y me irrita que crea que voy a dar marcha atrás. No he desperdiciado tantos años para rendirme justo ahora.
—No puedes estar preguntándome eso—expreso con rabia.
Clavo la mirada en él y aprovecho para inspeccionar, Viggo siempre ha sido un gran deportista y por eso se mantiene en forma a pesar de su edad. Es un hombre apuesto y aunque tiene varias propuestas, aún está soltero.
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Eterna condena
Chick-LitUn joven productor exitoso y una bella cantante. El pasado los une y la música los reencuentra. La venganza viene de la mano de una endulzante y pasional melodía. Malaika tiene el corazón roto y Artemis Caniglia lo sabrá de la peor manera. ¿El ca...