MALAIKA
—Practicamente ya estoy dentro de su vida—expreso concentrada.
Barby está tirada en mi cama y con su cabeza apoyada en la mano me observa mientras busco ropa en mi armario.
—Malaika, no crees que puedes aprovechar esta oportunidad para dedicarte a tu carrera musical y olvidarte de todo—me dice en un tono penoso.
Suspiro y volteo para verla a los ojos, me es imposible controlarme cuando me dicen cosas como está.
¿Por qué es tan difícil entender?
—No, olvidarlo todo sería dejar impune la muerte de las únicas dos personas que yo tenía en el mundo—pronuncio con furia.
Me mira con lástima y es lo peor de todo.
No importa cuánto me ayude, no importan los años que Barby ha pasado a mí lado planeando esto, ella jamás deja la idea de que me rinda y acabe con todo esto.
Se muerde el labio nerviosa y sus ojos verdes caen sobre mí.
—De esas cosas se encarga la justicia—susurra.
Río irónicamente.
—¿Justicia? No me jodas Baby, la misma justicia en la que confías es la que me dejó en un mugroso hueco y después me entregó a un hombre que...—espeto furiosa pero me detengo al escuchar mis palabras.
Trago saliva y me doy la vuelta para ignorar lo que acaba de suceder.
—¿Un hombre que qué?—inquiere preocupada.
Me quedo callada y suspiro, la ignoro mientras sigo arreglandome.
Al no responderle se pone de pie y viene a mi lado, toma suavemente mi rostro y me obliga a mirarla.
Pongo los ojos en blanco fastidiosa.
—¿Qué te hace Viggo?—pregunta mirándome fijamente a los ojos—. Sabes que nunca he tenido una buena impresión de él pero si te puso una mano encima juro que lo mato.
Está muy enojada y en este momento me arrepiento de haber abierto mi maldita boca.
Chasqueó la lengua y me alejo.
—No me hace nada, él solo me ha ayudado—respondo fría.
No sé conforma y me observa detenidamente todo el tiempo que tardo en vestirme para ir a cenar con Artemis.
Al final mi mejor amiga me toma unas fotos y se ven perfectas.
Visto un pantalón dorado de una tela muy liviana, es tiro bajo y deja al descubierto mis caderas envueltas con una pequeña cadena preveniente del pantalón suelto. Arriba llevo un crop top dorado de la misma tela que queda a juego y por último unos zapatos muy elegantes de color blanco.
Mi torso está bastante descubierto y probablemente me de frío pero me encanta cómo quedó, es mi propio estilo y me representa por completo. Mi cabello está igual que siempre, mi maquillaje es bastante llamativo y con algunos pequeños strass junto a la sombra de ojos.
—Esta va perfecta —indica Barby con la pequeña cartera dorada en su mano.
La tomo y guardo mis cosas en ella.
—Voy a llegar tarde—expreso apurada.
—¿No viene por ti?—inquiere.
Me doy un último vistazo en el espejo y camino hacia la puerta de salida.
—Le dije que me tomaría un taxi.
Abro la puerta y confirmo desde mi celular que el taxi llegó.
—Ya me voy, te quiero —pronuncio nerviosa dándole un corto abrazo.
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Eterna condena
ChickLitUn joven productor exitoso y una bella cantante. El pasado los une y la música los reencuentra. La venganza viene de la mano de una endulzante y pasional melodía. Malaika tiene el corazón roto y Artemis Caniglia lo sabrá de la peor manera. ¿El ca...
