Capitulo 31

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Los días habían pasado de la manera más alegre posible aunque el estar escapando de su padre cada  día  ya se estaba siendo cada vez más agobiador y más ahora que parecía que sospechaba de los dos, el señor Zoe se había vuelto más estricto con Hange en cuanto sus salidas él la adoraba y no iba permitir que unas de sus pequeñas hijas les pasara algo.

-¿Qué no tienes que entrenar? ¿A dónde vamos? -Hange lo guiaba por las calles.

-Claro que vamos a entrenar pero tengo que ver a alguien -dijo a Hange con una sonrisa.

-¿A alguien? -Levi la miro de reojo.

-Sí, ya ha pasado tiempo que no la veo no vaya a ser que piense que ya la olvide.

La mirada de Levi no se apartaba de ella después de esa noche sus días habían cambiado para siempre, mantenerla a su lado en todo momento se había hecho su prioridad.

Eran muy diferentes después de todo, personalidad, gustos, estilos de vida y hábitos. Pero todo llego una único conclusión, ella lo aceptaba como era, ella había dicho que había razones legítimas detrás de su condición, no le critico por ser un monstruo limpio, por primera vez en su vida se había sentido entendido de que no estaba equivocado, solo era diferente, tenía que ser diferente y ella entendió eso. La consentiría a más no poder ella era su luz en esta vida oscura en la que vivía.

-Aquí, aquí, puedes estacionarte justo enfrente.

Levi miro el lugar "Cementerio Montmartre"

-Tienes que conocer a mi madre -la sonrisa de ella no se apagaba, admiraba esa parte de ella.

-Me habría vestido adecuadamente para la visita y traerle algo.

-No te preocupes por eso, se alegrara al verte.

Levi sintió una pequeña opresión en el pecho, ella era maravillosa, se acercó tomándola de la barbilla dándole un pequeño beso en los labios.

-Entonces vamos.

Ambos salieron del auto y tomados de la mano Hange lo guiaba entre los caminos del lugar. Levi miraba a su alrededor y apretó la mano de la castaña, una cucaracha salía de una de las lapidas.

-¿Estas bien?

-Sí, no te preocupes.

El lugar tenía un olor particular, el olor de las flores en el aire era realmente encantador varias lapidas estaban llenas de estas algunas con más o con menos pero la intención era la misma y las esculturas en ellas no pasaban desapercibidas.

-Mi padre se gastó todos los ahorros para poderla traer aquí, a mi madre siempre le gusto este lugar por lo artístico y romántico de cada rincón.

Hange se paró frente una pequeña lápida, no era enorme como las de su alrededor pero las flores vivas y brillantes rodeaban el centro con el nombre de su madre grabada, lo bien que se mantenía la distinguían de las demás.

-Hola madre, hace tiempo que no venía pero mira he traído a alguien -dijo sosteniendo a Levi del brazo -él me ha ayudado todo este tiempo es realmente un buen hombre.

Levi se soltó del agarre de Hange adelantándose y mirando atentamente donde descansaba su madre.

-Soy Levi Ackerman, soy el novio de Hange, siempre quise conocerle y ahora finalmente lo hice. Sabe... ella es bastante irritable -Hange lo miro sorprendida -pero es una buena chica se ha esforzado bastante- la mirada de ambos se encontraron -y estoy orgulloso de ella, la quiero demasiado así que no se preocupe yo la cuidaré... tal vez... quieras decirle algunas cosas, esperaré atrás -la pena apareció por fin.

Mi Pieza FaltanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora