Mi Pieza Faltante

Capítulo 24

-No puedo creer que el haya hecho eso.

-Quieras o no ya lo hizo, y será mejor que no te sigas metiendo si no quieres que se enteren que es tu padre Historia.

-¿No entiendo por que le hacen esto? El es uno de sus mejores accionistas.

-¿Y? No por eso le vamos a estar aguantando sus pendejadas, deberías apoyarlo en todo caso y decirle que se entregue si no quiere que las cosas se agraven.

Levi colgó la llamada este era la segunda vez en el día que Historia le llamaba y que por cierto iba ser la ultima, ya no aguantaba su palabrería.

Estaba a punto de guardar su celular cuando la puerta de su oficina se abrió.

-Ah perdón señor.

-¿Qué no te dijeron que tienes que tocar antes de entrar?

-Lo siento, pero toque y nadie me respondió por eso entre -Eren estaba un poco nervioso -pero no se preocupe saldré de nue…

-Ya déjalo, ¿tienes algo para mi?

-Oh si señor -Eren tomo un bonche de papeles y se encamino hasta su escritorio.

-¿Eso es todo?

-Si… oh no, cierto tengo una carta… -dijo buscando dentro su saco -aquí esta, es de la presidenta -le entrego.

-Eso es todo.

-Si.

Levi miro al chico caminar hacia la salida y a la vez el paquete que traía debajo de du escritorio, miro su horario, no iba a tener el tiempo para llevarlo a paquetería, seria demasiado tarde y seguro ya habría cerrado, así que lo hablo.

-¿Eres el mensajero?

-Si señor -Eren lo miro -se le ofrece algo.

-Quiero que lleves este paquete a correos y lo mandes a esta dirección -dijo asentando el paquete en el escritorio y pedazo de hoja con la dirección además de un poco de dinero.

Eren estaba confundido, era un paquete grande pero no pesaba en absoluto, miro el escrito con la dirección y el destinatario.

-No lo abras ¿entendido?

-Si señor, eso es todo.

-Si, puedes irte.

Eren salió de la oficina en camino a entregar sus demás recados pero aun mantenia curiosidad en el paquete de hace un momento.

Miro de nuevo el escrito.

-Hange Zoe, Francia, debe ser alguien importante -saco su celular y marco -oye esto debe interesarte.

…

La castaña miro el paquete frente a su puerta, era el libro que habia visto la noche anterior que ahora estaba frente a ella.

-¿Y eso? -Amelia se acerco.

-A nada… solo algo que pedí -dijo tomando el paquete y subiendo a su cuarto.

-¿Y tu hermana?

-Acaba de subir, ¿necesitas algo padre?

-Si, dile que antes que se vaya necesito que me ayude a llevar algunas cajas a la panadería.

-De acuerdo.

Pero mientras tanto Hange se mantenia mirando el libro que tenia entre sus manos, aún no se podía creer que tenia uno de los siete ejemplares originales de  Los cuentos de Beedle el Bardo  encuadernado en cuero y plata.

-Ese enano… -las ganas inmensas de apretar ese cuerpecito estaba subiendo cada vez más, aunque aun no entendía como habia sabido de sus gustos, nunca se lo habia contado y menos este deseo de ella.