CORAZONES ROTOS

7 2 1
                                    

CARTAS A LADY JUPITER


CORAZONES ROTOS

—¡Makoto!— Susurró Andrew acercándose a ella— Mi amor, yo te juro que…

—¡No soy tu amor!— Exclamó Makoto al tiempo que estampaba su puño con fuerza en la mejilla de Andrew— ¡Te odio!

Para Makoto no pasó desapercibido que el puñetazo que le había metido a Andrew debió haberlo aturdido por un momento, y aunque no le parecía que eso alcanzara a igualar el dolor que estaba sintiendo al pensar que se había estado burlando de ella, se dio media vuelta y salió del lugar, ignorando a Rei que le dijo "espera" pero no salio junto con ella; pues no quería estar más en ese lugar, respirando el mismo aire que ese imbécil que con cartas e email se había robado su corazón , y que con galanterías la había seducido al grado de que ella, queriendo arrancar a Motoki de su corazón, lo metió en su cama ignorando que eran el mismo hombre.

—¡Mako, mi amor, espera!— Escuchó de pronto la voz de Andrew tras ella.

Sin detenerse, entró al elevador que la llevaría a la planta baja de aquel edificio de departamentos; pero para su mala suerte, Andrew alcanzó a entrar antes de que las puertas se cerraran.

—Mi amor, te juro que….

—¡Déjame en paz!—Le gritó haciendo un esfuerzo por controlarse para no mostrar su vulnerabilidad — ¡No quiero hablar contigo!

—De cualquier manera tendremos que seguirlo haciendo— Le dijo Andrew— Somos compañeros de correspondencias en nuestra clase de…

—¡Voy a pedirle al profesor que me asigne otro compañero!— Le respondió Makoto—¡No quiero volver a verte!

Sintió un poco de alivio cuando el elevador llegó a la primera planta, sin embargo, para su mala suerte no se abrió.

—¡Ábrete!—Exclamó como si la puerta la escuchara, presionando más de una vez el botón de emergencia, hasta que entonces, no pudo seguir controlando sus emociones y un sollozo escapó de su garganta.

—Con una vez basta— Le dijo Andrew tomándola de los hombros.

—Ojalá no hubiera terminado a Neflyte, así no hubiera ido a ese maldito bar y…

Makoto guardó silencio cuando se dio cuenta de que aquello estuvo a punto de convertirse en una declaración de amor, y rompió a llorar desconsoladamente.

—Te juro que nunca fue mi intención engañarte— Le dijo Andrew

—¡Pero lo hiciste!— Gruñó Makoto—¿Hasta cuando…

Las lágrimas impidieron que siguiera hablando. Odiaba mostrar ese momento de vulnerabilidad al traidor, pero encerrada no había a dónde huir y tampoco opuso mucha resistencia cuando sintió los brazos de él en sus hombros y después rodeando su cintura en un abrazo.

—Sinceramente no sé si pensaba decírtelo hoy —Susurró él ¿podía ser más cínico? —Cuando llegué a Tokio quería conocer a mi querida Lady Jupiter, y la invite a salir pero me dijo que estaba fuera de la ciudad, y me sentí desilucionado porque tenía más ganas de verla a ella que a mi buen amigo Darien. Después esa noche miré a una preciosa chica de ojos verdes por la que me sentí atraído, y cuando me despedí de ella y llegué al hotel quise mandarle un mensaje ¿Y con qué me encuentro? Resulta que mi querida Lady Jupiter y la mujer del bar eran la misma.

De acuerdo, ella también le había mentido, pero lo había hecho porque quería impedir que esos sentimientos que tenía por su amigo Motoki crecieran. ¿Para qué se iba a permitir enamorarse cuando Motoki se iba a ir de Japón en un año?

CARTAS A LADY JÚPITERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora