CARTAS A LADY JUPITER
FINAL
Makoto quiso salir corriendo y dejar ahí el gueridon con los alimentos cuando al llegar a la mesa número siete se percató de que ahí estaba nada más y nada menos que Andrew acompañado de una exuberante pelirroja de ojos verdes y hermosas facciones occidentales; sin embargo, no era apropiado, y además, se dijo en silencio que no valía la pena demostrarle lo mucho que le importaba, y por supuesto, no iba a poner en riesgo la excelente reputación que tenía con su jefe como auxiliar de cocina; así que hizo un esfuerzo por mantener la calma, aunque sentía su corazón latiendo violentamente contra su pecho y un nudo formándose en su garganta.
De pronto, los ojos de Andrew se encontraron con los de ella, y rápidamente desvió la mirada.
—Bu... buenas noches— Titubeó en inglés — Una orden de sushi para...
Hizo una pausa sintiendo que rompería a llorar, pero la sensual pelirroja terminó la frase.
—Ese es para mí — Dijo la joven que lo acompañaba, quien por su acento y no sólo por su apariencia, era evidente que era compatriota de Andrew
— Para usted— Dijo Makoto en voz baja— Y yakimeshi para usted— Concluyó Makoto dejando el plato frente a Andrew.
Después se dio media vuelta para tomar del gueridon la botella de sake y el pastel, pero cuando los puso sobre la mesa y estaba por retirarse, la chica se dirigió a ella.
— Disculpa, él no pidió Yakimeshi, sino Yakitori— Dijo la joven; sin embargo, Makoto y Andrew estaban tan absortos el uno en el otro que parecieron no escuchar a la joven.
— Andrew ¿Verdad que pediste Yakitori?—Preguntó la joven.
— ¿Andrew?— insistió la joven al ver que él no decía nada y parecía con la mente en otro lado.
— Perdón . ¿Qué decías?— preguntó Andrew.
— Me parece recordar que pediste una orden de yakitori a la mesera que nos tomó la orden y la señorita te trajo yakimeshi.
Andrew entonces puso la mirada en su plato. Cuando habían llegado, tenía un tremendo antojo de comer yakitori; sin embargo, al encontrarse como Makoto de frente en ese restaurante todo a su alrededor había dejado de importar para centrarse en ella. ¿En qué momento se había cambiado de trabajo? Bueno, era evidente que en casi tres semanas habían pasado muchas cosas de las que no estaba enterado.
—Así está ...
— ¡Ya se lo cambio!— Interrumpió Makoto a Andrew, sintiendo que el corazón le latía a mil por hora
— No es necesario que retire el plato— Dijo Andrew, suponiendo que el error podría costarle algunos yenes a Makoto.
Sin embargo, Makoto, estaba tan nerviosa que no prestó atención a sus palabras, y al tomar el plato, este resbaló de sus temblorosas manos, cayendo sobre un cuenco con salsa de soya cuyas gotas salpicaron la camisa de Andrew, ni hablar de que se rompió, provocando que pedazos de porcelana y restos de comida se desperdigaran por toda la mesa, la comida de su acompañante e incluso más allá.
— Perdón — Susurró Makoto alterada y con el corazón latiendole a mil por hora mientras tomaba del gueridon una servilleta de tela y con manos temblorosas trataba de limpiar la camisa de Andrew— No fue mi intención ...
Las palabras se quedaron atoradas en su garganta, y se sintió avergonzada al pensar que quizá Andrew estuviera creyendo que lo había hecho a propósito; sin embargo no había sido su intención,por mucho que el corazón se le hubiera hecho trizas al verlo acompañado de aquella despampanante pelirroja ante la cual se sintió poca cosa.
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CARTAS A LADY JÚPITER
RomanceMakoto, una universitaria soñadora y enamorada del amor, se ve obligada a mantener correspondencia con un joven extranjero con el fin de mejorar sus habilidades en el idioma Inglés. Andrew, un estudiante extranjero de Japonés, se ve forzado a respon...