XI. Lecturas Inapropiadas

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No podía evitar los celos al ver a Jimin tan cerca de su hermanastro, pero no quería desatar tales sentimientos, debía contenerse o de lo contrario lo espantaría. Los tres permanecían en silencio, Jungkook esperaba alguna explicación mientras Jimin totalmente enrojecido mantenía su mirada sobre sus pies. Se había dejado llevar, por eso se abalanzó sobre la otra persona en la habitación que resultó no ser su salvador.

—¿Alguien puede explicar algo, lo que sea? —pregunta Min Yoongi sin entender lo ocurrido recientemente. Nunca pensó que encontraría otra persona además de su hermanastro en la mansión.
—¿Qué quieres saber? —pregunta Jungkook.
—Para empezar ¿quién es él? —Yoongi se cruza de brazos esperando una respuesta por parte de Jungkook.
—Él es …—no podía contar la verdad, jamás le creería debía pensar una rápida respuesta —Un amigo, pasará una temporada aquí.
—¿Un amigo? ¿Tú? —Min no paraba de reír ante la respuesta de su hermanastro.
—¿De qué te ríes imbécil?
—Por favor Jeon, tú no tienes amigos. Bueno sin contar a tu psicólogo y no sé si eso es profesional.
—No te metas con Taehyung, si es mi amigo y él t-también—expresó Jungkook señalando a Jimin. Sus ojos coincidieron, así como cuando ocurre un eclipse, el Sol y la Luna conectan, sienten esa intensidad recorrer cada centímetro de sus cuerpos en un momento poco oportuno.
—Fingiré que te creo, por ahora, y tú—Min interrumpe el aura del momento y se gira en dirección al chico nuevo— ¿Cuál es tu nombre?
—Park Ji-jimin s-señor—seguía sin poder despegar sus ojos del suelo.
—¿Señor? No soy tan viejo. En fin, tengo hambre. Jeon aliméntame.
—Tienes tus propias manos para eso.
—¡Dios! Eres un horrible anfitrión, espero que estés tratando mejor a tu "amigo" que a mí.
—Por supuesto.

Todos salieron de la habitación camino a la cocina menos Jimin que aún procesaba lo ocurrido, no sabía a ciencia cierta lo que sentía, pero ese cosquilleo en su estómago y las ganas de estar cerca de Jungkook que minutos atrás lo carcomieron no desaparecieron.

Se preguntaba si estaba mal, para el cometía un pecado por el simple hecho de pensar de forma diferente a como lo educaron, ese miedo jamás se disipó a pesar de todos los años que han pasado.
También estaba el que no había sido tocado en siglos, y extrañaba mucho el contacto y el calor humano. No sabía si lo que estaba sintiendo era esa necesidad u otra cosa más fuerte por su salvador.
Por otro lado, Jungkook le mostró lo gentil que es, que esos sentimientos para con él no representan el "mal", tampoco que son obra del maligno, solo que no siempre son sentimientos genuinos, en ocasiones son producto de una mente enferma y perversa.

La tensión en aquella mesa se podía cortar con unas tijeras, Jungkook intentaba ocultar su molestia mientras colocaba la comida, no sabía por cuanto tiempo se limitaría a tratar con normalidad a su hermanastro puesto que su huésped no podía ser testigo de sus peleas, este sería ahuyentado y era lo último que deseaba.
Lo que si deseaba en primer lugar era organizar una especie de cita, pero sin etiquetarla como tal, quizás para Jimin no sería cómodo usar esa palabra, él tampoco era experto en el tema, pero sabía de alguien que podía aconsejarlo.

—Esto parece un velatorio—interrumpe Yoongi quejándose del incómodo silencio. 
—No empieces de nuevo—espeta Jungkook sabiendo de sobra lo que intenta hacer.
—Bueno ignoremos al gruñón, así que Jimin ¿qué te trae por aquí? —pregunta Min hábilmente.
—Bueno pues… —el mencionado intentaba proyectar alguna frase convincente, pero esto le resultaba imposible, que historia debería contar, no sabía que decir, temía soltar algo inapropiado.
—Eso no es de tu incumbencia Min Yoongi, ahora dime ¿qué te trae a ti por aquí? Si mal no recuerdo juraste no regresar.
—Negocios querido hermano, además todos tenemos derecho a retractarnos.
—Espero que tus "negocios" lleguen a su fin con prontitud y regreses por donde viniste.
—¿Ya quieres perderme de vista? — le sonrió burlón Yoongi
—¿Hace falta que conteste? — Jungkook rodó sus ojos y dio por terminada la conversación dándole la espalda por completo a su hermanastro en la mesa.
—Espera dijo hermano, pero ¿cómo, no tienen los mismos apellidos?
Ambos hermanastros se miraron clavando afiladas miradas el uno en el otro.

Park Jimin, en el pasado humano, luego estatua y actualmente humano, encerrado por años e inexperto en el "nuevo mundo". Sensaciones jamás vividas acompañan cada segundo de su existencia. Sentado en uno de los cómodos asientos cerca de la gran chimenea del salón, principal en la que descansa la vieja radio que una vez poseyó, envuelto en una suave manta, la noche en curso, sostiene con una de sus manos un libro que halló en la mesilla de noche de la habitación de Jungkook, «It's just you and me» robaba su atención lo cual impidió que notara la figura de su salvador cerca suyo, el cual detallaba sin timidez la escena frente a sus ojos.

Algo andaba mal con Jeon, comenzaba a sofocarse de la nada, el calor se apoderaba de él rápidamente lo cual no se explicaba dado el clima presente, pero no tardó en detectar el detonante de su situación actual.
Al observar la persona que domina sus sentidos sentado junto al fuego seductor, mientras muerde sus abultados labios conforme avanza con su lectura, la suave luz del fuego danzando sobre sus tonificadas piernas, saber con exactitud el contenido del libro que estaba utilizando le proporcionó gran placer y deseaba un alivio inmediato.

Salió lo más pronto que pudo del salón hasta llegar al cuarto de baño más cercano, tenía claro lo que iba hacer en ese preciso momento, aunque desearía que no fuera a solas, era lo que tenía por ahora.
Cerró la puerta como pudo y desabrocho su pantalón, su miembro lleno de pre semen no lo sorprendió, imaginando que Jimin lo tocaba comenzó a masajearlo, con suficiente rapidez y fuerza hasta que no pudo reprimir sus gruñidos de placer. Justo cuando estaba a punto de terminar, el sonido de la puerta lo hizo detenerse y girarse asustado.

—¡Puafff! ¡Qué asco! ¿Acaso no tienes baño? Deberías hacer estas cosas allí.

Jungkook se abrochó los pantalones molestos y empujó a Yoongi quién solo reía para encaminarse a su habitación, eso lo frustraba más, pero al pasar por el salón de la chimenea no pudo evitar volver a observar a Jimin. Este había dejado el libro a un lado y observaba el fuego absorto.

—¿Qué piensas con tanta intensidad?
—¡Oh! Jungkook me asustaste. Nada, solo que ese libro es muy diferente a los que estaba acostumbrado. El lenguaje, la narración, una escena inapropiada…—al decir esto la cara de Jimin se volvió roja y Jungkook comprendió por qué.
—Si, te entiendo, además tiene un final triste, no deberías leerlo.
—Mmm, entonces qué bueno que esa escena me detuvo.
Jungkook se quedó pensativo observando el rostro del contrario unos segundos para luego preguntar:
—Dime una cosa Jimin, ¿te detuviste porque eran dos hombres o por el simple hecho de la escena? O sea ¿si hubiesen sido un chico y una chica hubieses seguido leyendo?

Queremos agradecer a @Kimmie_Wang  por el meme q nos ayudo a hacer...lo amamos 🤭🤭😂😂🤣😂🤣😂🤣😂mirenlo arriba

Muchas gracias por seguir con esta historia lxs amamos bsis las Khalias

Mármol - Kookmin✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora