XIII. Manos y Paciencia

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Cap. Dedicado a DuquesaSuprema muchas gracias por tu apoyo, tus comentarios lindos y por pedir actu y tmb por tu amistad.

Se le veía a gusto y Jungkook se preguntaba si con el ocurría lo mismo. Antes no tenía problemas como estos, nunca le interesó alguien en particular por lo tanto no supo de los celos hasta estos momentos. Detestaba ser espectador, quería esas sonrisas para él, sonaba egoísta y lo era, pero poco le importaba, su paciencia en ese instante se agotó.
—Lamento interrumpir, bueno... en realidad no lo siento. Min desaparece— la mueca de molestia de Jungkook sorprendió a los dos chicos.
—Bueno, el señor de la casa bienvenido sea, aquí dejo a su amor solo para usted, que lo disfrute—el evidente sonrojo de Jimin al parecer era contagioso, con solo mirar directamente los ojos de Jungkook el rostro de este se tornó a juego con el suyo.

Las confesiones no suelen ser cosa fácil, menos para personas que se han mantenido a espaldas del mundo, encerrados en sufrimiento o bien desamparados. Sacar a la luz lo que muchos creen que hace débil al hombre, se convierte en un acto de valentía con la otra persona y con uno mismo, sin muros, sin obstáculo, que fluya por los labios hasta llegar a oídos ajenos.

Buscar el momento oportuno o el lugar perfecto deja de tener sentido, cuando dos personas conectan para que el mundo desaparezca, en el momento justo donde las pupilas se dilatan ante la presencia de un ser anhelado. Tanto las de Jimin como las de Jungkook se apreciaban enormes, frente al estanque nuevamente y solos, un silencio lejos de ser incómodo danzaba entre ellos.
Antes de llegar a dicho lugar, el más bajo casi pierde el corazón dado a los fuertes latidos por la propuesta de su salvador de dar un paseo por los jardines, recordó lo que ocurrió la última vez que este le invito a caminar donde la cercanía se volvía cada vez más peligrosa y distanciarse casi imposible.
Jungkook le había dado espacio para que pensara las cosas y de cierto modo sin decirse a sí mismo "tengo las cosas claras" Jimin sabía que su corazón le guiaría, que este no cometía ningún mal y que con su liberador estaría a salvo.

—Jimin...—pronunció Jungkook en un tono suave terminando con el silencio.
—Jungkook...—simultáneamente respondió a la atención del contrario—¿Dónde estabas?
—Estaba en la consulta de Taehyung, necesitaba hablar con alguien o de lo contrario explotaría—declaró sinceramente.
—¿Sobre tu hermanastro? —Jimin lo miró directamente a los ojos, como buscando algo en ellos.
—Entre otras cosas—Jungkook evita un poco la mirada, y el chico sabe exactamente que decir para captar su atención nuevamente.
—Él y yo hemos estado hablando y me di cuenta que apenas te conozco, o sea, de tu vida, jamás me hablas de ti—le confiesa Jimin.
—Tienes razón, no acostumbro hablar con nadie, pero tú eres diferente... eres especial, así que te diré todo lo que quieres saber de mi— le sonríe un poco tratando de que no se note el sabor amargo que le dejo escuchar que había hablado tanto con Yoongi.
—Bueno, tan especial no seré cuando primero vas a ver a Taehyung—la ironía en la voz de Jimin asombra, también divierte al contrario a partes iguales y le habla juguetonamente.
—¿Eso sonó a reclamo? Cualquiera diría que estas celoso.
—Por supuesto que no. El señor Kim es su amigo, o acaso ustedes...
—Para aclarar solo somos amigos y además es mi psicólogo. Entonces, ¿tienes alguna pregunta?
—¿Por qué vives solo en esta gran mansión? —soltó rápidamente Jimin.
—Yo... sinceramente no tengo una respuesta clara, pero creo que de cierto modo me gustaba la tranquilidad de la mansión, aunque dicha tranquilidad a veces me llagaba a sofocar. Pero llegó un punto en el que odiaba el mundo fuera de estas paredes.
—¿Eso tiene que ver con el por qué ya no tocas el piano?
—Como sabes del… a por supuesto, Min.
—¿Te enoja que yo lo sepa?— Jimin paró sus pasos mirándolo fijamente.
—No, no, claro que no. Yo desde pequeño estaba rodeado de personas que alababan mi talento, me gustaba interpretar las bellas piezas de los más grandes, también mis propias composiciones. Un día me detuve un segundo y note que esa magia se había esfumado, dejé de ser aquel niño y no lo había percibido, solo era un pianista, ya no una persona, no había vivido nada que mereciera la pena recordar.

Mármol - Kookmin✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora