𝑬𝒍𝒍𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒊𝒐́ | 𝖡𝗈𝗄𝗎𝗍𝗈 𝖪𝗈𝗍𝖺𝗋𝗈

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 2

Los brazos de su amiga la rodearon con mucha fuerza mientras lágrimas caían de las mejillas de ambas. Las dos habían sido mejores amigas desde pequeñas, nunca habían pasado tanto tiempo separadas. Aunque, nuevamente, gracias a los dispositivos modernos, Jin y Yuji pudieron comunicarse durante todos estos años y mantenerse al tanto de sus vidas. Luego de bajar los decibeles, ambas se subieron al auto, donde también la recibió Konoha con mucho cariño, y se dirigieron al famoso estadio de los Black Jackals.

- ¿Estás lista para ver lo bombonazo que se puso Kotaro?

- ¡Oye! – Konoha miró mal a su novia

- Sabes que solo tengo ojos para ti

- Tranquila, se lo bueno que está – Jin guiñó un ojo a su amiga en señal de complicidad mientras señalaba su teléfono

- ¿Qué tal el sexting?

- Qué decirte... fueron cinco años, es mucho tiempo sin contacto, obviamente los dos estuvimos con otras personas. Pero creo que el sexting mantuvo la llama encendida. Más cuando él tiene el cuerpo que tiene

Las jóvenes estallaron de risa, mientras que Konoha perdía falsamente su fé en la humanidad. Las chicas estaban muy exaltadas y animadas, era como una charla cotidiana pero potenciada al mil debido al esperado reencuentro. Yuji, quien iba al volante, anunció que estaban cerca del predio. Instantáneamente Jin empezó a temblar, un poco de la emoción, un poco de felicidad, un poco por los nervios y un poco, siendo honesta consigo misma, por preocupación.

El dúo de amigas había planeado llegar al estadio una vez que el partido hubiera terminado, sería muy difícil para Jin sentarse a ver jugar a Bokuto en las gradas y esperar tanto tiempo para abalanzarse sobre él. Aparcaron el coche y Yuji ayudó a su amiga a salir del trance para bajar del auto.

Una vez en la entrada del estadio, mientras intentaban situarse, los ojos de la programadora brillaron al ver al hombre que caminaba hacia ellos. Como siempre, impecable, recto, hecho y derecho Akaashi Keiji se dirigía hacia su vieja amiga. Cuando se encontraron, se hundieron en un suave y profundo abrazo, claro, es que con el -ahora- editor de mangas, no tenían un trato eufórico como con su novio. Ellos dos eran la paz de Kotaro, eran esa pata de racionalidad y calma de la que a veces carecía. Sin embargo, Keiji y Jin no eran iguales, él era siempre serio y ella tenía su cuota de gracia. Ella era una persona impulsiva, muy expresiva y sociable, mientras que él iba más por un perfil bajo, sobre pensar las cosas y a veces guardárselas para si mismo.

- Se ha notado tu ausencia – Exclamó el morocho una vez que se separaron

- Y yo los extrañé cada puto segundo de mi vida – Akaashi hizo una mueca de reprobación acompañada de una leve sonrisa, siempre la retaba por ser tan mal hablada - ¿Cómo está él?

- Con energía como para darle luz a un país entero, como siempre, ¿sabes lo agotador que fue recibir esas descargas sin ti?

- Estoy más que dispuesta a recibirlas

Ambos rieron nostálgicamente. Keiji saludó a Yuji y a Konoha, lo cual también significó un reencuentro porque no los veía desde hace mucho, su compañero de equipo se había convertido en farmacéutico y, por suerte, no necesitó acudir mucho a ese establecimiento. Sin embargo, el cariño siempre estaba por lo que se enviaban mensajes cada tanto.

Akaashi hizo una seña para que lo siguieran, todos estaban expectantes al esperado reencuentro de la famosa pareja de Fukurodani. Él les indicó que irían a los vestuarios, los Black Jackals habían ganado su cuarto partido consecutivo y Bokuto demostró un excelente desempeño, por lo que no podría haber mejor clima. Si bien el morocho no estaba seguro de que el equipo se encontrara allí, era donde los había visto por última vez hacía una hora, cuando empezaron los festejos.