GIVE IN TO ME - Kookmin

¿A qué le temes?

   Jungkook cargaba entre sus brazos al pequeño rubio, era tan ligero como una pluma. Subía la escaleras de forma silenciosa camino a la habitación de su hermano. Ni por la mierda lo llevaría a la suya, su autocontrol debía vencer esta batalla.

- No pesas nada, tal parece que todo lo que comes se te va para el culo - dijo bajito, abrió la puerta y recostó a Jimin justo al lado de su hermano, le quitó los zapatos y el hoodie, dándose cuenta que el menor poseía una hermosa figura, su piel era tan blanca y suave, abdomen levemente marcado de forma muy sutil, pezones pequeños y lindos, su mano picaba por tocarlo, pero al acercarse pudo ver unas pequeñas cicatrices que lo detuvieron de inmediato.

- ¿Debería dejarle puesto ese pantalón tan ajustado? - su hermano menor dormía plácidamente a un lado en boxers, tal vez sería mejor quitárselo. Comenzó a jalarlo hacia abajo pero era difícil de sacar - ¿Te pusiste esta mierda con mantequilla acaso? - se quejó terminando de desvestirlo.

   Sus ojos viajaron a través de sus piernas, eran sin duda las más hermosas que había visto. Muslos grandes y firmes, llevaba unos boxers negros pequeños. Jimin se removió en la cama dándose la vuelta para quedar boca abajo. Flexionó una pierna y empinó el culo hacia arriba.

   La madre que lo parió

    Los ojos del pelinegro se ampliaron. Jodido culo se gastaba el menor, se pasó la mano por la cara dejándola sobre su barbilla, mordió su labio y se acercó, no sabía si debía pero es que no se podía contener.

   Se sentó en la orilla de la cama y acarició sus glúteos suavemente, dando un apretón. mierda, su polla iba a estallar, estaba tan malditamente duro. se levantó de inmediato saliendo de la habitación, eso no era correcto, se sentía como un maldito pervertido.

   Jimin abrió los ojos viendo cómo el pelinegro salía del cuarto y suspiró frustrado. Jungkook era un hueso duro de roer pero no imposible y hoy pudo confirmar que si se siente atraído por él aunque sea un poco. Sonrió y se cubrió con la manta, dejándose llevar por el sueño.

   Por la mañana la luz del día le comenzó a molestar. Abrió los ojos de a poco acostumbrándose. Se sentó y miró hacia un lado, su amigo no estaba, y dónde había dormido yacía perfectamente ordenado. sobre ese lado había una muda de ropa deportiva, le extrañó ver que era muy pequeña para Tae y mucho más para Jungkook.

   La puerta se abrió dejando ver al antes nombrado, sin camisa como de costumbre, solo llevaba un short junto a unos tenis Jordan, Jimin se lo comió con la mirada.

- Al fin despiertas - habló el mayor - te compré eso esta mañana, espero te quede - dijo refiriéndose a la ropa .

- Oh, ¿la compraste para mí? - preguntó sorprendido.

- Sí, ¿quien más crees qué quepa en algo tan pequeño? - se burló.

- Gracias.

- No es nada, el pantalón que traías te estaba coagulando la sangre.

   Jimin sonrió y se puso de pie dándole una hermosa vista al pelinegro de su cuerpo semi desnudo iluminado por los rayos del sol -¿Dónde está Tae?

   Jungkook tragó saliva y negó con la cabeza para dejar de mirarlo - está en la piscina con Phineas y Ferb, creo que no los quieren en su casa porque aún no se han ido - dijo de mala gana.

- ¿Puedo ducharme? - preguntó.

- Claro.

   Jimin se quitó el boxer quedando totalmente desnudo y se dió la vuelta para entrar al baño que estaba ahí en la habitación. El más alto quedó con la boca abierta ante tal acción desinhibida.

- Maldito provocador - lo siguió cerrando la puerta trás él. Jimin ya estaba en la ducha enjabonándo su cuerpo -¿Qué mierda pretendes? - inquirío asomándose en la regadera.

-No sé de que me hablas - dijo haciéndose el desentendido.

- Estás provocándome .

   Jimin se carcajeó - no te estoy provocando, Jungkook, estás malinterpretándo las cosas.

   El mayor tomó por la mandíbula al más bajo obligándolo a verlo - no juegues conmigo, nada de lo que planeas es posible, tengo novia y eres el jodido mejor amigo de mi jodido hermano.

- ¿Entonces por qué tocaste mi culo anoche? - preguntó burlesco.

   Jungkook palideció - Tú ... Eso no es verdad, estabas borracho, lo soñaste.

- Ay, por favor - se rió- mejor vete y déjame duchar, a menos que desees algo más - canturreó para darse vuelta y dejar que el más alto le mirase los glúteos mientras lavaba su cabello.

   Al girarse Jungkook no estaba, malditasea, nada que caía. Respiró profundo y terminó su ducha para salir a vestirse.

La ropa que le había comprado le quedaba perfecta, ni una talla más ni una menos, vaya que tenía buen ojo.

   Un rato después bajó a la piscina sintiendo un sabor amargo la ver al pelinegro comerse la boca con la rubia de siempre, les lanzó una mirada asesina y se acercó a sus amigos.

- ¡Buenos días, bella durmiente! - saludó el pelirrojo - duermes cómo una morsa.

- Disculpa es que pasé una noche de mierda ya que mis supuestos amigos me dejaron tirado en ese jodido club.

- Discúlpanos - habló Hoseok - Yoongi estaba muy mal, su estómago dolía y no dejaba de vomitar, tuvimos que venirnos. Mientras yo cuidaba de él, Taehyung conducía; le pedimos a Jungkook que te trajera.

   Jimin puso los ojos en blanco y miró de nuevo a la pareja cerca de la piscina, el pelinegro estaba dentro del agua y la chica estaba sentada en el borde mientras este le amasaba las nalgas. Hizo un gesto de desagrado - sí, ese imbécil me trajo, mira mis rodillas - levantó un poco la bermuda dejando ver los raspones - y mis manos - los tres lo vieron con preocupación.

- ¿¡Qué te pasó!? - gritó el pelirrojo.

- Tu hermano se había ido, me había dejado tirado y yo corrí trás el auto, por suerte mi tobillo ya no duele como anoche - los chicos se miraron entre si y explotaron en carcajadas, Jimin frunció el ceño molesto por las burlas - ¿Qué mierda les divierte?

- Es que te debiste ver como un perro - dijo el pelimenta entre risas - ¿Cómo se te ocurrió perseguir un carro?, es obvio que te estaba jugando una broma, Jungkook no es tan imbécil.

- Si, bueno - revoloteó los ojos - él dijo lo mismo pero yo no lo conozco, no sé cuando bromea y cuando no.

- Jimin - le llamó aquella voz que tanto conocía, se giró de mala gana para verlo - acompáñame a buscar cervezas, tú que estás vestido - los demás estaban en ropa de baño, descalzos y mojados, igual que la chica que usaba un diminuto bikini.

- No quiero - dijo de forma infantil cruzándose de brazos.

- Vamos, necesito ayuda.

  Jimin rendido lo siguió hasta el interior de la casa - solo busquemos las cervezas y ya - dijo el más bajo.

   Jungkook lo arrinconó contra la pared - ¿Por qué mierda me miras tanto? - preguntó acercándose a su rostro.

- ¿Quién te dijo semejante mentira? - enfrentó.

- Tus malditas miradas taladran mi espalda, pequeño, ¿tanto quieres que te folle?

- Ya que tanto insistes - dijo sin titubear.

- Con que eso es lo que quieres... - hubo un silencio - Me está costando mucho no besarte - confesó muy cerca de sus labios, sus respiraciones chocaban una con la otra - pero no sé si debería.

- No es necesario que me beses, solo haz lo que dijiste antes y follame.