Memorias

9.4K 1K 62
                                    

  Durante el día no hubo mucho movimiento de clientes. Jungkook se había ido al club dejando a Jimin en la sexshop, faltaba poco para cerrar pero la campana sonó avisando que alguien había entrado. Grande fué la sorpresa del rubio al ver de quién se trataba.

- Buenas noches, Jimin.

- Hola, Eunwoo. ¿Qué se te ofrece?

- ¿No puedo venir a saludar?

- Claro que sí - dijo nervioso.

- ¿Y tu jefe? - dijo con sarcasmo.

- Debe estar por llegar.

- Mm, entonces... ¿Estás saliendo con él definitivamente?

- Algo así.

La conversación constaba de respuestas cortas, era un tanto incomoda.

- Solo pasaba por aquí y quise verte ¿Podemos quedar cómo amigos?

   Jimin sonrió y asintió con la cabeza - me gustaría mucho, me alegra que hayas cambiado de opinión.

- ¿Puedo darte un abrazo?

   El rubio lo miró con desconfianza, la actitud del chico era realmente extraña - supongo que está bien - rodeó la vitrina saliendo a estrechar al más alto, este llevó sus manos a la cintura del pequeño pegándolo más a su cuerpo. Jimin intentaba separarse pero este no lo dejaba.

  La puerta de la entrada se abrió dejando ver a un muy malhumorado Jungkook -¿Interrumpo? - inquirió mirándolos a ambos con notable molestia.

   Jimin se separó rápidamente del chico y Eunwoo habló - ¿Qué hay?

-¿Qué hay? - preguntó amenazante, acercándose al castaño - estás en mi negocio, abrazando a mi novio, nada bueno hay.

- Relajate, viejo, Jimin puede tener amigos - dijo virándo los ojos.

- Una cosa es ser amigos y otra es que pongas tus malditas manos en su cuerpo, la próxima vez juro que te las cortaré.

   El castaño hizo un intento de risa y Jimin intervino - Todo está bien, Jungkook, ya Eunwoo se iba.

- Si... Ya me iba - dijo con sarcasmo, pasando por un lado del pelinegro sin mirarlo.

  Antes de cruzar la puerta Jungkook lo detuvo por un brazo - No estés molestando a Jimin, él está conmigo. No me quieras conocer por las malas porque juro que te vas a arrepentir - advirtió.

   Este se soltó del agarre terminando de irse. El rubio miraba temeroso la escena.

- ¿Dejas qué cualquiera te esté tocando? - inquirió de forma algo brusca.

   Jimin levantó una ceja cruzándose de brazos - ¿Qué insinúas?

- No insinúo nada, al entrar a ¡Mi! tienda, veo como ese imbécil tenía sus jodidas manos sobre lo que me pertenece.

  El rubio levantó aún más la ceja si esto era posible - ¿Perdón? No soy una maldita pertenecía - exclamó aguantando las ganas de llorar.

  El más alto presionó la lengua contra su mejilla, un gesto que acostumbraba a hacer cuando se sentía frustrado - Cierra caja, por favor - ordenó entrando en la oficina dejando al rubio ahí parado.

   Jimin exhaló el aire tratando de calmarse, él no estaba haciendo nada malo y no iba a permitir que Jungkook lo hiciera sentir culpable de nada. Minutos después todas las cuentas estaban hechas y ambos salían del centro comercial camino al vehículo del mayor.

   Subieron al carro en silencio. El pelinegro iba manejando mientras el más bajo miraba las calles plagadas de luces por todos lados - ¿Por qué te molestaste tanto? - preguntó tomando la iniciativa.

GIVE IN TO ME - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora