¿Enamorado?

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  Jungkook abrazó a Jimin esperando que se calmara, lo que le había confesado era algo muy fuerte, se arrepentía de haber actuado de esa forma, pero simplemente fué instinto, no quería hacerlo sentir mal.

- ¿Aún quieres ir al club conmigo? - preguntó con voz suave.

   El rubio asintió regalándole un tierno puchero - Debo arreglarme.
 
- Vamos a tu casa. Esperaré a que estés listo.

   Minutos después habían llegado, el pelinegro estacionó el vehículo en la entrada de la casa de Jimin, ambos bajaron y el menor corrió a abrir la puerta - me daré prisa - avisó entrando a su habitación. Jungkook caminó despacio mirando a su alrededor, era una vivienda acogedora pero se sentía tan fría, después de escuchar la confesión del menor. No podía evitar sentirse mal, recordaba las cicatrices que su novio tenía en algunas partes de su cuerpo y solo lograba hacerlo sentir peor. En ese instante la madre del rubio llegó, sorprendiéndose al ver al chico en su sala.

- Buenas noches, Jungkook - saludó la castaña.

- Buenas noches, señora ¿Cómo está? - saludó haciendo una leve reverencia.

- Cansada - exhaló - ¿Y Jimin?

- Él está preparándose, vamos a salir.

- Últimamente no lo veo mucho - dijo con pesar - la Universidad, el trabajo, ahora esta relación que tiene contigo, extraño a mi hijo - se sentó en el sofá recostando su espalda al mismo tiempo que cerraba sus ojos.

- No es mi intención acaparar su tiempo - se disculpó.

- No es tu culpa, me alegra que Jimin tenga una vida, y personas que lo quieran... es mejor así para cuándo yo ya no esté. Cuida mucho de él por favor.

-¿A qué se refiere?- preguntó preocupado.

- A nada - sonrió cansina - iré a mi recamara, le dices a Jimin que pase a despedirse por favor, intentaré permanecer despierta - la mujer se puso de pie y se dirigió a dónde dijo, dejando un sentimiento de opresión en el pecho del pelinegro.

  Tocó la puerta del cuarto del menor y este rápidamente le abrió cubriendo su cuerpo con una toalla - ya me voy a vestir, lo haré rápido - dijo asomando su carita.

- Bebé, escucha ¿Por qué mejor no te quedas esta noche con tu mamá?

   El rostro del rubio se entristeció - ¿No quieres qué vaya contigo?

- Claro que sí - empujó la puerta un poco más para entrar. Caminaron hasta la cama y se sentaron uno al lado del otro - tu madre, ella... No lo sé ¿Has hablado con ella últimamente?

- No entiendo a lo que quieres llegar, sabes que a penas tengo tiempo para venir aquí.

- Lo sé, y lo siento, es solo que... Se ve tan cansada, triste... Y sola. No quiero ocupar todo tu tiempo, Jimin - tomó sus manos - ella es lo único que tienes, a parte de mí. Yo no veo a mis padres nunca, sin embargo tú la tienes a ella, por favor quédate esta noche a su lado, les pediré comida para que les traigan y cenen juntos, ya habrá más días para ir al club.

   Los ojos del pequeño se humedecieron - tienes razón, gracias, Kook - le dió un besito en los labios.

   El mayor se despidió dirigiéndose a un restaurante para pedir comida y mandarla a la dirección de su novio.

   Por otro lado Jimin se puso una pijama y entró en la habitación de su madre. Su corazón se estrujó al verla sentada en el suelo llorando en silencio. No preguntaría nada, sabía porqué lo hacía, imitó su acción sentándose a su lado, y sin más, la abrazó reconfortándola, reconfortándose.

   Un rato después la cena llegó - Jungkook nos envió algo de comida, mamá.

- ¿No ibas a salir con él? - inquirío limpiándose el rostro con un pañuelo.

- Decidí quedarme a pasar un rato contigo - sonrió.

   Comieron juntos, estaba todo tan delicioso.

- ¿Estás enamorado de él? - preguntó su madre una vez habían terminado.

- Creo que sí - confesó ruborizado.

- Y... ¿Ya hicieron cosas?- preguntó pícara.

   Jimin se cubrió el rostro avergonzado - ¡Mamá! ¡No preguntes eso! Que vergüenza.

La mujer se rió, feliz por pasar tiempo con su hijo - es muy guapo.

- lo es -  bajó la mirada a sus manos, pensando en que era cierto.

- Te amo, Jimin.

- Te amo, mamá.

   Esa noche durmieron juntos en la habitación de Mina cómo hace tanto no lo hacían.

   Por la mañana el rubio se preparó para ir a la universidad, Jungkook no le había escrito desde anoche, lo extrañaba pero no quería ser intenso, por lo tanto él tampoco le escribió.

   Tomó el autobús y llegó a la institución, se encontró con Taehyung en la entrada.

- ¡Hey! - saludó el pelirrojo.

- Buenos días, Tae - sonrió caminando a su lado.

- ¿Cómo estás?

- Estoy bien ¿Y tú?

- De maravilla, te extrañamos anoche en el club, Jungkook estuvo increíble, y claro su banda también ¿Por qué no fuiste?

- Me quedé con mamá, la tengo muy abandonada - iban conversando cuándo escucharon un silbido detrás, los amigos voltearon a ver de qué se trataba.

   El pelinegro caminaba hacia ellos llevando algo en sus manos, Los ojos de Jimin lo recorrieron desde los pies hasta la cabeza. "Cómo me gusta" - pensó - Jungkook llevaba unos pantalones negros entallados juntos a unas botas y arriba solo una camiseta sin mangas, blanca, al verlo sonrió terminando de acercarse hacia él.

    Una vez frente a los chicos tomó por la cintura al más bajo sin importarle una mierda que la gente los viera y poseyó la boca, su boca, dándole un beso que le quitó el aliento incluso a los que por ahí pasaban.

   Parecía como si no se hubiesen visto en días, Jungkook no lo soltaba, sus fuertes manos sostenían con firmeza aquella fina cintura y su lengua se acariciaba junto a la contraria.

   Taehyung carraspó su garganta llamándoles la atención - ¡Sigo aquí! Malditos asquerosos. Si quieren les reservo alguna habitación en el hotel más cercano, desde esta distancia puedo sentir sus pollas tiesas - viró los ojos haciéndolos reír.

- Lo siento - se disculpó el mayor - te extrañé anoche - dijo sobre los labios de Jimin.

- También yo, pero pasé un muy buen rato con mamá, y la comida estuvo deliciosa, muchas gracias.

- No hay de qué, pequeño, te traje fresas con crema para el receso, te vendré a buscar a la salida - le dió otro beso.

   Los dos parecían tan melosos y enamorados para quien los mirase. El pelinegro se terminó de ir dejando a los amigos entrar a la universidad.

- Es muy raro verte con mi hermano, pero supongo que me acostumbraré, se ven felices - dijo Taehyung.

- Grácias, al menos yo lo estoy. Te amo - lo abrazó.

- Yo más, nos vemos en el receso - le sonrió despidiéndose.

   Jimin también fué a su clase esperando ansiosamente la hora de la salida ...




Perdónenme la vida gente , tengo mucho trabajo .

Gracias por leer 💜

GIVE IN TO ME - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora