Tal vez

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   Sus respiraciones eran erráticas, ninguno decía nada pero sus ojos no se apartaban de la boca contraría, era una guerrera de tensión en la que solo el más fuerte saldría victorioso.

- ¡Jungkook! - la chica entró a la cocina y ellos se separaron de inmediato tratando de actuar normal - ¿Por qué tardas tanto?, hace frío - se quejó colgándose del cuello del mayor.

   Jimin salió del lugar sin decir nada y Jungkook exhaló el aire que sus pulmones tenían reprimidos  - vamos, ayúdame con las cervezas.

   El rubio llegó de nuevo a la piscina y se tumbó en una silla de tomar sol - ¿No entrarás al agua? - inquirío su amigo pelirrojo. Él negó sin ánimos, tal vez debería dejar de estar pensando en Jungkook, estaba descuidando a su amigo por el mero capricho de tener al pelinegro. También le atormentaba el hecho de que no lo había hablado con Taehyung, no sabía si eso le podría molestar.

   Era domingo así que el grupo de amigos aún estaban en la casa de los hermanos pasando el rato, ahora Jimin se encontraba más tranquilo y decidido a divertirse. Tae le prestó un bañador y entró a la alberca. Jungkook no estaba por ninguna parte, prometió dejar a un lado el tema pero es que no podía, se preguntaba una y otra vez a dónde se había ido o qué estaba haciendo.

  Secó sus pies en la entrada sobre una alfombra y su cuerpo con una toalla la cual colgó en su hombro y subió las escaleras pretendiendo que iría al cuarto de Taehyung pero la verdad es que esperaba encontrarse con el mayor.

   Al pasar por la habitación del pelinegro fue claro lo que ocurría y el porqué de su repentina desaparición, se escuchaban fuertes choques de pieles y gemidos. Jimin se sentía celoso, deseaba mucho poder ser él. Tal vez no era lo suficientemente atractivo para cautivar a Jungkook. Resignado tomó sus cosas y se vistió, dejando en la habitación la ropa que él le había comprado, no la quería.

   Se despidió de sus amigos y se fué caminando. Todos le insistieron que esperara a que alguno lo llevara ya que era de noche, pero él se negó, no era tan cerca pero tampoco tan lejos cómo para no poder llegar por si mismo, había ido a esa casa muchas veces en estos tres meses que habían pasado, necesitaba recapacitar sobre su actitud. Puede que jungkook se sintiese acosado por él o puede que no, lo que no lograba entender era el porqué de las miradas lascivas hacia él. Le acarició el culo y le dijo que tenía ganas de besarlo, pero seguía sin darle la hora siquiera.

   Exhaló fuertemente cuando sintió un auto cerca de él. Miró hacia un lado y viró los ojos al notar de quién se trataba - ¿Por qué mierda me estás siguiendo? - preguntó sin dejar de caminar de forma tranquila.

- Sube - pidió.

- No quiero, sé cómo llegar a casa. Esta vez no te necesito.

- Jimin... sube o te subo - advirtió.

   El rubio comenzó a correr y Jungkook detuvo el auto saliendo trás él. Obviamente sus piernas eran mucho más largas y era más ágil por lo cual lo atrapó en cuestión de segundos y levantándolo sobre su hombro lo metió a la fuerza en el asiento de copiloto.

- Te estás comportando de forma muy infantil.

- ¿!Qué crees que haces jodido imbécil!? No pedí que me llevaras - gritó el más bajo.

- Son las 10 de la noche de un día domingo, las calles están solas, no puedes ir por ahí así y menos con esa ropa, Taehyung me mataría si algo te pasa - dijo comenzando a manejar.

- ¿Qué tiene mi ropa?, ¡y puedo cuidarme sólo!, no tienes porqué hacerlo tú, mejor anda a cuidar a tu novia - se cruzó de brazos haciendo puchero mientras fruncía el ceño y miraba por la ventanilla.

   Jungkook se carcajeó - ¿Estás celoso Acaso?... Jimin, tú y yo no tenemos nada, eres cómo mi hermanito menor, es imposible que ocurra algo entre nosotros.

...

    Sus fuertes manos sostenían con firmeza aquella fina cintura, el pequeño jadeaba con sus ojos cerrados y la cabeza hacía atrás a medida que la lengua del mayor hacía estragos en su cuello. Lamía la suave piel provocándole vida propia a su pelvis que se movía hacia adelante buscando calmarse.

    Ambos estaban completamente excitados, sus bocas se unieron en un fogoso beso que los hizo gemir al unísono.

¿Pero como llegaron a ésto?

               5 minutos antes...

- Es imposible que ocurra algo entre nosotros.

- lo sé,  ya no me interesa.

- ¿No?

- No, llévame a mi casa.

   Jungkook detuvo el auto - Que bueno que estés siendo maduro.

- Soy muy maduro.

- Sí, lo eres.

    Ambos se miraron y no pudieron contenerse, fue casi de forma automática que sus labios se encontraron besándose tan desesperadamente y ahora estaban en esta situación.

- J-jungkook, te sientes tan duro debajo de mí - gimió el rubio sobre la boca del pelinegro.

- Debemos detenernos. Esto no es correcto - habló cerrando sus ojos pegando su frente con la del más bajo.

- No, por favor, no te detengas - rogó.

- Te llevaré a casa - cortó el momento bajando de sus piernas al pequeño. Jimin quería llorar, se encontraba tan jodidamente molesto. Jungkook estaba jugando con su cordura.

   Al llegar a la casa se bajó del auto azotando la puerta y sin decir nada subió a su habitación encerrándose de inmediato.

   El pelinegro recostó su frente en el volante y miró una última vez hacia el hogar del rubio para finalmente irse.

¿Qué? ¿Creían que iban a coger tan fácil? Jajajajajajajajaj
En lo personal disfruto mucho la tensión sexual . Bye 😏

GIVE IN TO ME - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora