¿Celoso?

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   Jimin caminaba a un lado del chico castaño que recién conocía, se repetía una y otra vez no olvidar matar a Taehyung después. Por otro lado tampoco podía dejar de pensar en Jungkook, ¿quién demonios se cree? Estaba jugando con él, eso era algo que ya sabía pero ¿Por qué le gustaba tanto dejárse llevar? es decir, está más que claro la atracción sexual que hay entre los dos, pero ¿Existe algo más?

- Vas muy callado - habló el más alto.

- Discúlpame, es que estoy algo cansado, pero cuéntame de ti ¿Qué edad tienes?, ¿a qué te dedicás?

- Oh, comprendo... Bueno, Tengo 24, soy modelo, y estudio para ser actor. ¿Qué hay de tí?, Taehyung me contó algunas cosas pero sería agradable oírlas de tu linda voz.

   Jimin se sonrojó - Bueno, no hay mucho que contar, estudio danza, supongo que eso fue algo que mi genial amigo te contó - ambos rieron - vivo solo con mi madre, y trabajo en las tardes/noches en la tienda de penes plásticos como dice Taehyung.

- Eres muy interesante de hecho, me gustaría saber más de ti y... Bueno no sé si deba preguntar esto pero ¿Que pasa con tu jefe? Sé que es hermano de Tae pero... se veía algo... Enojado - hizo una mueca, ambos caminaban por un parque cercano a la casa de Jimin, Eunwoo había dejado su auto estacionado por ahí .

- Bueno, Jungkook es cómo mi hermano mayor  - mintió -  y aparte es mi jefe, entonces ya te podrás imaginar.

- ¿Seguro qué es solo eso? - inquirío con un tono de duda en su voz - olvídalo, vamos a comprar pizza y le llevamos a tu mamá ¿Qué dices? - sonrió.

   El rubio se sintió bien porque normalmente nadie nunca incluía a su madre y eso era un lindo detalle. Cerca había un restaurante italiano, en el cual pidieron una enorme pizza familiar, bebidas y postre.

- Pasa, Eunwoo, siéntete como en tu casa -  dijo el más bajo - ¡Mamá! - gritó.

   La mujer bajó rápidamente las escaleras - ¿Qué pasa, cariño, por qué gritas?

- Solo quería saber si estabas en casa - se acercó y la abrazó - ven, te quiero presentar a alguien, es un nuevo amigo.

  El castaño le sonrió, llevaba en las manos la enorme caja - Mucho gusto señora, mi nombre es Eunwoo, un placer conocerla.

- Mucho gusto, Eunwoo, me llamo mina pero puedes decirme mamá de Jimin, así me dice su amiguito el pelirrojo - bromeó.

- Eun nos compró cena, vamos a la mesa antes de que se enfríe.

- Oh, muchas gracias - agradeció, los tres se sentaron a comer, el castaño tenía una gran sonrisa en el rostro por la forma en que lo había llamado Jimin, apenas se conocían pero se sentía cómodo a su lado, cuándo Taehyung le mostró una foto del rubio quedó flechado de inmediato. Esa piel blanca, labios rojos y ojos pequeños simplemente lo llevaron ida y vuelta al cielo.

   Se encontraban comiendo mientras conversaban, el ambiente era agradable, mina contaba cosas vergonzosas de Jimin cuando el timbre sonó.

- Yo voy - se ofreció la mujer, caminó hasta la puerta y abrió - oh, Jungkook ¿Cierto?

- ¿Cómo está, señora? ¿Se encuentra Jimin? Vengo a darle algo que le envió mi hermano...

- Si, pasa, está en el comedor, tenemos visitas, creo que al fin tiene novio - dijo alegre mientras caminaba delante del pelinegro, este se tensó, detuvo sus pasos y pensó dos veces si irse o enfrentar la situación, entró al comedor y vió a Jimin carcajeándose de algo que Eunwoo había dicho - cariño, el hermano de tu amigo está aquí, vino a traerte algo.

   El silencio se apoderó del lugar, Jungkook estaba parado en el umbral, tenía cara de pocos amigos y sostenía una cajita. Miró al castaño clavándole una espada en la frente a través de sus ojos y luego miró a Jimin.

- ¿Podemos hablar un momento? - pidió.

   El rubio miró a su amigo y le pidió disculpas parándose del asiento, tomó el brazo de Jungkook y lo sacó de la casa.

   Una vez fuera se acercaron al auto del pelinegro, este último se recostó en la puerta y le extendió el paquete a Jimin - espero te gusten, sé que las fresas con chocolate y crema son de tus cosas favoritas.

- Gracias - siquiera las miró - dime qué necesitas.

- Quería hablar contigo, pero veo que estás muy ocupado con el ridículo aquel.

- No le digas así, Eunwoo es muy dulce y estoy apreciando su compañía.

- No me jodas - dijo con el ceño fruncido en notable molestia - entra al auto - abrió la puerta y rodeó el vehículo hasta entrar en su puesto, Jimin viró los ojos haciendo lo que se le pidió.

- ¿Para qué demonios quieres que esté en tu auto?, tengo a un chico guapo esperándome adentro.

   Jungkook se lanzó a los labios del rubio sosteniéndolo por la nuca, Jimin soltó un gemido ante la impresión pero de forma automática le siguió el ritmo. Sus manos tenían la cajita de fresas como si su vida dependiera de ello. El beso era apasionado, jadeos ahogados se escapaban cada vez que soltaban sus labios para volverlos a atacar. Jimin chupaba la lengua del mayor simulando una felación y eso estaba volviendo loco a Jungkook.

   El pelinegro quitó lo que Jimin sostenía y lo puso sobre el asiento de atrás, este inmediatamente llevó sus brazos a los hombros del mayor cruzándolos en esa zona para profundizar el beso.

- Me estás poniendo muy duro, estoy que te fóllo aquí mismo.

- ¿Quieres follarme, mmgh?  ¿Qué tanto?

- Ni te imaginas - dijo bajando a besarle el cuello - voy a entrar tan profundo en tu culo, joder, bebé... quiero hacértelo.

    Jimin gimió afectado por esas palabras, él también se encontraba excitado, pero debía parar - espera - lo separó empujándolo levemente por el pecho - debo entrar, tengo una visita y sigo enojado contigo por lo de esta mañana.

   Jungkook exhaló - No pasó nada con ella, terminamos hace algunos días, hoy estaba esperándote y Jade llegó, me dijo que no tenía como irse a su casa, que por favor la llevara, le dije que debía esperarte, y me dijo que estaba bien que podíamos llevarla los dos. Fuí al campus a comprarte un jugo ya que pensé que querías tomar algo antes de llegar y almorzar, pero cuándo volví ella me dijo que tú te habías ido en bus, sabía que malinterpretarías todo, pasé el puto día pensando en cómo hablar contigo, porque en el fondo dentro de mi me cuesta muchísimo tener que dar explicaciones, pero supongo que tú lo vales.

   El pequeño escuchaba todo atentamente - bien, igual no tienes que dármelas, no eres mi novio, nos vemos en el trabajo mañana.

   Se bajó del vehículo volviendo de inmediato para abrir la puerta de atrás y sacar las fresas - Gracias por esto.

   Caminó hasta adentro sabiendo perfectamente que Jungkook le estaría mirando el culo, los papeles se habían invertido y Jimin estaba disfrutando mucho de eso.

Gracias por leer

GIVE IN TO ME - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora