Strawberries and Cigarettes [JICHEN]

Like a first kiss

Tal y como lo había previsto, el tedioso chip tardó dos noches en estar listo. Después de todo aquel desplante autoritario de Jeno y dándose cuenta que no tenía nada más que hacer el micro aparato, él junto a su ahora compañero emprendieron la aventura de rebasar las ocho horas diarias de trabajo. Nada fuera de lo común sucedió pero Jisung creyó haber podido pasar la prueba de fuego con su aliado, es decir; mantenerse activamente hablando con él sin enjaquecarse.

Fuera de cosas hackers, se permitieron contar sus propias historias de vida. Al pelinegro le podía haber tomado más tiempo o simplemente nunca lo hubiera hecho pero la falta de sueño, mucha nicotina trabajando en su cuerpo y una aguda voz tranquila adormilada, lo dejó hablar.

Ahora el pelirosa sabía que era un niño genio, que aceptó el trabajo con tal de no entrar a la universidad, su mamá creía que trabajaba en un centro de cómputo y su papá era un hijo de puta que los abandonó. La historia más corta que pudo formular.

Por otro lado, e incluso si no le causaba mayor conflicto contarle su pasado; a Chenle igual le plantó la historia corta de su vida.

Hijo único, padres que fueron pobres pero con el tiempo ampliaron su estatus con negocios no tan legales, muy homofóbicos que Chenle se salió de su casa muy joven para ser libre, tuvo un mejor amigo y después se convirtió en novio quien al ser coreano aprendió el idioma, era por ello eso de hablar fluido. Este mismo lo involucró en el mundo del hacker, se sostuvo en el arte del engaño para sobrevivir y aceptó el trabajo para cambiar de horizontes dejando la toxicidad de China atrás.

Jisung pensó que su vida era tan aburrida y básica a comparación de la de Chenle. Ese chico había recorrido China engañando gente, viviendo solo, ganando miles y sin un rasguño. En cambio él ha pasado la mayor parte de su vida encerrado en su cuarto donde lo único emocionante que hacer es apoyar al grupo de chicos idols que tanto le gustaban. Obviamente omitió esa parte de su vida para el chino.

Exitosamente concluyeron su labor temprano en la mañana antes de que él y Jeno se adentraran al banco central, estaban casi que con resaca pero un paso más cercanos cosa que probablemente encantaría a la pareja mayor si lo mencionan.

Ellos también llegaron muy temprano a la cueva para prepararse, el jefe de todos los felicito y aunque Jisung seguía molesto, no tenía ganas de discutir otra vez. Se escabulló al baño para tomar una ducha y se llevó el traje que le prestó Jeno para encubrirse porque en su vida se había puesto uno.

Su compañero pelirosa salió antes que todos en dirección a la lavandería porque ahora sí se había quedado sin ropa limpia y de paso también había dejado sin prendas de repuesto al resto del equipo.

-¿Aún crees que hice mal con Jisung?- preguntó repentinamente a su amante mientras verificaban juntos el panorama del plan en la computadora del chino.

Nada sorprendente, el mayor siempre de la tormenta buscaba la calma en su lindo amante, es decir, cuando discutían o las cosas no iban bien traía el tema después con más serenidad esperando siempre la paz en ellos y el equipo.

Renjun se pausó para encararlo y antes de hablar dejó el ordenador a un costado de la cama en donde estaban sentados. -Creo que a veces lo presionas mucho, esto no es fácil para nadie- entendió su preocupación ahora.

-Es prácticamente un genio, se que puede hacer más de lo que se imagina-

El castaño soltó un bufido. -Jisung puede tener el mundo en sus manos si así lo quisiera, pero su intelectual cognitivo no lo va a lograr solo. Es un ser humano que necesita afecto, comprensión... tu mejor que nadie sabes por todo lo que ha pasado, solo, el solo. Cuando lo reclutaste prometiste cuidarlo, solo recuerda bien eso-