Angry and broken hearts

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Era de sueño algo pesado pero aún así, alcanzó a escuchar el sonido del agua caer que lo hizo desprenderse de los brazos de morfeo.

Abrió los ojos con pesadez, a pesar que las luces no estaban encendidas, la misma luz del día lo encandiló aún así fuera sobre la cortina y el sol no estaba en su máximo esplendor. Parpadeo varias veces antes de poder tener una visión completa pero como si hubiera prendido el botón de "encender" de su cuerpo, comenzó a sentir como le reclamaba el desgaste que había tenido.

Los pies le dolían, sentía que sus muslos pesaban tres veces más, la cadera se conectaba con su torso compartiendo ardor, no tenía fuerza de siquiera mover los brazos y el culo le dolía también.

Cuando se dio cuenta de aquella última molestia hizo como si de magia se tratase y obligó a su cuerpo a girarse completamente para ver al otro lado de la cama. Su demonio no estaba, pero recordó el sonido del agua que lo despertó y dedujo que estaba en el baño, el cual estaba con la puerta abierta pero no alcanzaba a ver nada.

Una avalancha de escenas cortas llegaron como disparos a su mente y pudo repasar la tremenda noche que había tenido con su jefe inmediato. No pudo evitar sonreír de lado porque simplemente le parecía gracioso poder recordarlo aún así estuviese drogado. Debió ser algo tan intenso que aquella pastilla no pudo borrarlo de su mente.

Se removió con dolor sobre el colchón, enredado entre las sábanas y talló sus ojos intentando deshacer su sonrisa pero no podía. Aquel demonio le había arrancado la inocencia de su ángel aunque en la vida real el verdadero demonio en la cama era él o al menos eso pensaba antes; porque ahora Jisung siendo virgen lo hizo ver estrellas varias veces tomándolo como si cogieran todos los días.

Con esa misma idea se levantó sentándose sobre la cama y quiso ir a encontrarse con el responsable del desgaste físico que ahora tenía.

Evidentemente estaba desnudo así que siendo algo pudoroso busco su camisa blanca que según sus recuerdos se la había quitado en la cama; debajo de la sabanas percatándose que algunas partes del colchón estaban húmedas y siguiendo más abajo, encontró su prenda. Estaba arrugada y fría por la humedad.

Se la puso y se descubrió de las colchas para intentar ponerse de pie. Intentar porque no pudo aún apenas sus pies tocaron el suelo. No exageraba, las piernas le pesaban y el culo le molestaba.

Solo pudo reír, era increíble que el pelinegro lo haya dejado así y poco creíble que no lo haya soportado.

Con toda la fuerza que tuvo lo logró y se mantuvo queriendo no mostrarse tan débil a su demonio.

-¿No has tenido suficiente?- le preguntó a su propio miembro cuando se dio cuenta que estaba erecto.

Queriéndolo ignorar por debajo de lo que su camisa pudiera ocultarlo, camino hacia el baño y se recargó en el borde cruzando los brazos mientras se encontraba con su demonio quien se secaba la cara con la toalla del lavabo.

Jisung de inmediato giró el rostro al sentir la presencia del pelirosa y le clavó los ojos sin ninguna expresión pero con la boca seca y el corazón acelerado.

Tal cual le pasó al Chino, una oleada de recuerdos de apenas unas horas; atacó su mente.

Ahí estaba el ángel de pelo rosa al que le arrancó las alas debajo del agua y le demandó gemidos los cuales jamás pudo imaginar pudieran grabarse tan claro en su memoria.

Se tomó el tiempo de recorrer su cuerpo y darle una check list a las partes donde sus manos tocaron y sus labios besaron. Era simplemente una obra de arte aquel cuerpo y tomarlo como si le perteneciera fue como descubrir el paraíso. No sabía siquiera cómo era el paraíso pero lo comparo con tener a su Merced a Chenle en una noche.

Strawberries and Cigarettes [JICHEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora