Strawberries and Cigarettes [JICHEN]

Lovers to enemies

El polvo se fue, hubo orden y desorden humano, la humedad había desaparecido y los inquilinos de base regresaron como si se hubiera tratado de unas vacaciones. Unas no tan placenteras.

La cueva volvió a cobrar vida al igual que el equipo; en realidad, no había tardado mucho en que el magnate mafioso buscara algo de Jeno; tal como lo predijo.

Aquella emboscada lo consideraba un castigo y strike a sus oportunidades para seguir en su propio equipo, o para seguir vivo, para SooMan era lo mismo.

Cuando no obtenía lo que ordenaba, tenía poca paciencia y no le importó romper la regla de cero relación a su trabajo como agente.

Cuando Jeno decidió aliarse, la única condición que él mismo estableció fue no meterse en la manera en que consiguiera lo que pedía, si tenía aliados o enemigos, no le importaba. Pero cuando fue gosteado, estaba tan molesto que busco cada uno de sus pasos para encontrar su propio equipo de trabajo porque claramente no podía conseguir todo el solo.

Reviso cámaras policiales y encontró a la pareja de hackers. Con una imagen de referencia, fue sencillo conseguir sus identidades. Pero el infiltrado resuelto ser más estúpido que no logró obtener nada más. Después de eso, no siguió más su búsqueda porque había llegado al hospital y eventualmente podría levantarle el "castigo".

Para volver a su completa confianza, el trabajo era más superficial pero no le dio margen de tiempo. Como lo mencionó el pelinegro, era más inteligente tener al enemigo cerca y al menos hasta que lo tuvieran de nuevo asegurado, debían hacer todo lo que pedía. Así que, el equipo tuvo que volver al trabajo con doble esfuerzo.

-¿A que hora terminas?- preguntó después de un largo silencio desde que salieron de la facultad.

Renjun no pudo cometer mas faltas a la confianza de Jaehyun y tuvo que confesarle su decisión de volver a su antiguo trabajo, cosa que frustró demasiado al coreano quien se desvivía por protegerlo y volver a estar cerca de Jeno era darle más inseguridades.

-No lo se, pero me iré con Jisung y Chenle. No te preocupes- giró a ver su rostro concentrado en la carretera. Sentía su rechazo desde que tuvieron aquella conversación y no podía culparlo.

-Puedo esperarte afuera- está vez él busco su mirada.

-No es necesario, además, tienes entrenamiento-

El pelinegro bufó resignándose a tener que saber que su casi novio estuviera con su ex todas las tardes.

Por más que Renjun le explicó que solo quería protegerlos, no podía terminar de confiar en ese tal Jeno, y se sentía inútil al ver que Renjun si pudo hacerlo a pesar del daño que le hizo. Con tal de alejarlo, le dio mil opciones para resolver su problema con aquel mafioso pero no sirvieron para nada. El tema era más delicado y no quería que terminara envuelto.

-Tengo que resolver mis problemas Jae, problemas que tú no tienes porque solucionar si no los causaste- hablo más despacio cuando el coche se detuvo frente a la cueva, justo a lado del auto de Jeno.

Jaehyun se mantuvo viendo al frente mientras lo escuchaba.

-Jae- le llamó para tomar su atención y cuando la tuvo se acercó. -¿Confías en mi?-

Ciegamente confiaba en esos ojos marrones y las facciones abultadas de sus mejillas, a la sonrisa tan bonita que tenía. Por supuesto que confiaba en el.

-Claro que si-

-Entonces no estes molesto- le acaricio la mejilla y el coreano quedó hipnotizado. Le encantaba cuando sus manos quedaban tan pequeñas en sus pómulos.