Como todas las mañanas, esperó a que su madre saliera de casa para dejar a su hermano en la escuela e irse al trabajo. Tenía bien calculado el tiempo para dormir un poco más y llegar a tiempo a la cueva sin tener que topárselos en el camino.
Incluso aprovechó para sacar un café de las máquinas dispensadoras cerca del metro antes de que su parada llegara. Para su suerte, no se percató que estaba en reparación por mal funcionamiento; fue hasta que se desesperó por no obtener su café de inmediato y sacudió la máquina provocando que la misma le escupiera (literal) el café encima.
Al final, subió al metro sin café y con la playera gris oscura que llevaba puesta casi empapada. La gente lo veía raro y se alejaba, como no, si apestaba a cafeína. Por suerte en la cueva tenía algunas camisas de repuesto.
Llegó caminando hasta su destino y antes de tocar se quitó los AirPods viéndose de nuevo la mancha del café que no pudo disfrutar. También aprovechó para revisar su móvil, tenía un mensaje de Jeno diciéndole que llegaría en un rato. Sabiendo que sus compañeros no habían pasado la noche ahí como de costumbre, se adentro rápido al pequeño cuarto con el cometido de cambiarse la playera.
Siendo lo único que tenía en mente, se pasó de largo al pequeño baño que se encontraba precisamente a lado de la entrada para buscar entre los cajones del lavabo algo que ponerse.
Se quitó su mochila, la chamarra Adidas que llevaba abierta y por último la playera protagonista de su mañana. Revolvió las pertenencias algunas de sus compañeros y exitoso tomó la primera que vio de su propiedad.
Agarró de una toda su ropa y mochila para salir del cuarto de baño pero al alzar la mirada frenó sus movimientos quedándose pasmado ante el panorama que se perdió por ir distraído con la mancha de café.
Y es que sobre la única cama que había, la misma donde sus hyung desarrollaban escenas eróticas casi a diario; yacía plácidamente dormido un chico de cabello rosa.
Pensó en atacar apenas se dio cuenta de su presencia pero al ver que dormía analizó la escena.
Había dos maletas tiradas y una abierta dejando ver probablemente las pertenecías del sujeto, también estaba la pantalla de una pc con detalles rosas a lado de la suya al igual que una silla gamer del mismo tono rosado. Este chico probablemente era el nuevo hacker que Renjun le había dicho era el candidato perfecto, pero lucía tan joven que dudó.
Vestía una camiseta blanca tres tallas más grandes que él y unos ajustados bóxers negros que dejaban ver sus cortas piernas. Era blanco, extremadamente blanco para la vista de Jisung, incluso pensaría que al estar enredado entre las sábanas; sus muslos se camuflajeaban.
Al estar boca abajo sus mejillas se abultaban contra la almohada, le adornaba un leve color carmesí y sus ojos daban pinta de ser pequeños.
¿Cuántos años tenía? ¿15?
Su análisis se robó toda la atención que dejó caer sus pertenencias sin darse cuenta y aún pasmado con el chico que no vio al llegar.
El sonido sonoro que produjo su mochila al caer provocó que el susodicho se removiera de su lugar despertándose de a poco. Jisung entró en shook, solo se quedó ahí viéndolo fijamente.
El pelirrosa se levantó un poco recargándose sobre sus codos y apenas abriendo los ojos para averiguar cuál había sido el ruido. Alzó las cejas econtrandose con la mirada del pelinegro sin camisa y jeans negros.
No les dio más tiempo para siquiera presentarse porque el sonido de la puerta abrirse robó su atención, siendo ahora Renjun y Jeno los protagonistas.
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Strawberries and Cigarettes [JICHEN]
Fiksi PenggemarDonde dos hackers completamente diferentes se enamoran. Pareja principal: Jichen [Jisung x Chenle] Pareja secundaria: Noren [Jeno x Renjun]