Pasaron un par de días de la misma semana en que el recuerdo de Jeno volvió a la realidad de todos por la mentada carta de la facultad. Los hackers se hicieron cargo y la entregaron a Renjun personalmente y luego este a la oficina de control escolar.
Había pasado lo suficiente para que si Jeno pensaba aparecer ya lo hubiera hecho, pero no hubo rastros, tal y como el dúo computacional lo sospecho.
Siendo ambos adictos a la adrenalina con ciertos adornos de curiosidad en la mente, no dejaron el tema hasta ahí, investigaron más y sacaron más de mil conclusiones sobre el paradero de su ex jefe, pero a pesar de que tenían eso, era imposible conocer cuál era la real porque como dijeron desde el principio; a Jeno se lo tragó la tierra. Tal cual, su historial de vida se detuvo días después de la noche en el bar.
Sabían que el tema era algo delicado teniendo en cuenta que en más de la mitad de sus conclusiones resultaba muerto, por eso lo mantuvieron solo para ellos y dejaron fuera de esto a Renjun y Lia.
Es decir, no había necesidad de alarmar, crear drama o incluso solo mencionarlo porque si, el Chino ya había resultado afectado y sería el último en saberlo si se vieran en la necesidad. Ambos le tenían afecto y por eso no iban a mencionar ni su nombre con tal de verlo tranquilo. Lo tenían claro.
Pero, Lia siendo su mensajera les confesó que desde esa vez su Ren parecía perdido, bajoneado. Asistía a la facultad y todo bien pero cierta oscuridad se percibía cuando lo miraba a los ojos. Creyeron que aún estaba preocupado por ser encontrado cuando menos se lo esperara y decidieron hacerle "guardia" en la facultad.
Era literal, le darían la seguridad que quería cuidándolo en donde podría mostrarse más vulnerable.
Ya no tenían trabajo fijo, no eran estudiantes y se buscaban como imanes cada que surgía algo y esto para ellos era estar todo el día juntos. Ninguno pudo negarse.
Y hablando de él "ellos" como plural, la marcha que habían tomado les acentuó bastante bien. Fue como empezar de nuevo, a las miradas escondidas, pláticas cada vez más largas y profundas, visitas casi siempre de Jisung en la cueva para hacer lo más mínimo que se le ocurriera y terminar juntos compartiendo comida, risas y batallas de lol.
Todo sin mencionar nada sobre el pasado, los errores y los arrepentimientos. Cuya estrategia les estaba asegurando un lugar fijo en sus corazones sin sentirse extraños.
Jisung tuvo una cachetada de lo que estaba perdiendo cuando vio al pelirosa romperse en llanto aquella vez y pensó que era la escena más terrorífica que lo hizo sentir miedo de perder algo que lo estaba alimentando de vida; el amor.
Desde entonces y sin dejar de lado su lado intelectual, leyó todos los libros que hablaban de aquello que hacía despertarse todos los días para poder verlo, todas las teorías, documentales, podcasts, todo lo que se le cruzó con aquella palabra.
Y así aprendió a dar primeros pasos, a buscarlo, a mostrarle interés, a compartir tiempo, acercarse, escucharlo con atención.
Había perdido algo de su oscuridad para poder dejar entrar al rosa que le hacía sentir mariposas en el estómago.
Chenle solo pudo ser débil, tal cual la palabra, era tan débil con el pelinegro que sin pensarlo más de una vez, lo dejó entrar de nuevo a su corazón y lo único que sabía era que ya no volvería a salir porque entonces dejaría de latir.
No exageraba, no deliraba, nada de eso, era amor de verdad y aunque al principio tuvo miedo de que fuera así, lo aceptó y se resignó a ello. No podía hacer nada más, no sabía que lo tenía tan encantado con un coreano que ni siquiera tenía idea de cómo gustar de alguien.
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Strawberries and Cigarettes [JICHEN]
FanfictionDonde dos hackers completamente diferentes se enamoran. Pareja principal: Jichen [Jisung x Chenle] Pareja secundaria: Noren [Jeno x Renjun]