Hook camera

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-Aquí no Jaehyun- regañó en medio de una sonrisa y siendo sutil con el tono de su voz al igual que con el cuello de la chaqueta ajena.

-¿También te quieres esconder de los libros?- respondió irónico mientras se delataba su hoyuelo y sostenía con delicadeza la cadera de Renjun.

Habían pasado días de su "no relación" y para un corazón en llamas como el del pelinegro; era tan fácil perder la cordura de tener al chino pero a la vez no tenerlo... entienden.

Los besos, cariños y arrumacos se permitieron desde que fue el mismo Renjun quien dio el primero, así que por ese lado todo era legal. Lo que no lo era es que todo el mundo los viera como pareja.

Si solo era un intento, no habría que romper ese esquema ante todo el mundo, solo para ellos, sería más sencillo.

-Es medio descanso, no tardan en llegar más- dijo refiriéndose a los estudiantes que posiblemente requieran ir a la biblioteca, era temporada de finales, por todos lados había universitarios.

El más alto por fin se separó siendo vencido y bufó con un puchero volviendo a su lectura.
Renjun sonrió sin ser visto e imitó al otro pero antes se acercó para dejarle un beso en la mejilla. -Buen chico- susurró.

Jaehyun sintió escalofríos pero aún así le buscó la mirada. Le encantaba, Dios, le gustaba tanto ese lindo, lindo chino. Desde que empezaron a intentar las cosas, todo mejoró eventualmente, y refiriéndose a todo quiere decir en realidad a todo.

Renjun era como una píldora mágica que hacía sus días más felices; rendía perfectamente en la escuela, en su equipo de americano, con su madre, con todo el mundo. Tenerlo pero no tenerlo era casi perfecto. Aunque ciertamente su relación seguía pareciendo de mejores amigos, tratándose como tal pero la mínima diferencia que hacía a Jaehyun alimentar su alma era que había contacto físico y estaban todo el día juntos, solo se separaban al dormir pero si por el pelinegro fuera, aquella parte ya se habría pasado pero Renjun aún no tenía el mismo deseo que el, tal vez tampoco el sentimiento del amor.

A pesar de que lo intentaba arduamente, aún su corazón no se sentía perdido por el pelinegro. Claro que se sentía bien, su humor había mejorado y le era más sencillo acercarse. Pero hablando de un sentimiento amoroso, aún no lo conseguía. El consuelo que le quedaba es que apenas comenzaban y como iban las cosas de bien, no perdía la esperanza de olvidar por completo su primer amargo amor y empezar desde cero.

-Lindo- se le salió por si solo, le acarició la nuca y volvió una vez más a su lectura.

Renjun sonrió en respuesta poniéndose ansioso moviendo el lápiz entre sus manos muy rápido.

Y hablando del sentimiento peligroso... de quienes esperan saber más, han estado eventualmente tranquilos descubriendo cómo es estar en una relación después de jugar a los amigos que se besan. Era lo mismo, tan amigos pero con cierta responsabilidad afectiva, todo el contacto físico que podían y no saber cómo tener sexo de nuevo. Bueno, más bien Jisung no sabía cómo insinuarse cuando su segunda cabeza despertaba por algún roce, susurró o beso que recibiera por parte del pelirosa. Y Chenle simplemente pensaba que no había sido necesario hacerlo porque Jisung parecía muy centrado en atrapar a quien sea que los vigilara o al menos eso aparentaba.

Ese tema aún no terminaba, todo parecía igual, duraron poco tiempo en el hogar de los Park porque después de aquella peculiar confesión, ser una pareja libre se les complicaría estando ahí. Más con la linda, atenta e inoportuna madre de Jisung quien les hizo pasar saliva unas cuantas veces justo en sus arrumacos en privado que podían tener.

Chenle en serio le tomó cariño y ella a él pero no sabía que desvirgino por segunda vez a su hijo en su propia casa, en su cuarto y en las sabanas que lava todos los fines de semana.

Strawberries and Cigarettes [JICHEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora