Do you feel the love?

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Siempre que Lia estaba en finales, el departamento que compartía con el chino; era un desastre pero uno bastante  artístico. Maniquíes, rollos de tela, utilería, pinturas, cuadros, moldes, pinceles, estiques y demás.

Había decidido estudiar aquello porque cuando estuvo en rehabilitación por su problema de aducción, la ponían en el taller para que creara con las manos y así saciar las ganas de drogarse. Lo utilizó a su favor y aunque no terminó su tratamiento, le prometió a Renjun que lucharía por sí misma y terminaría la carrera.

El muchacho que se quedó solo puso su confianza en ella e incluso la ayudó a pagar, después encontró la manera de vender su trabajo y así cubrir su gastos, que en efecto era una carrera bastante costosa por los materiales. Incluso Jeno le había regalado cosas en ocasiones especiales como cumpleaños o navidad, fechas en las que no se podía negar en aceptar cosas costosas porque era bastante orgullosa y le gustaba comprarse sus propias cosas.

La pareja de su amigo, casi hermano, se había encariñado con ella inexplicablemente y aunque tardó en tomarle confianza, si veía a Renjun feliz, entonces ella también lo era. Pero aun así, nunca bajaba la guardia. Sabía la historia del ex policía y eso era motivo suficiente.

-¿Entonces si volverás a las clases presenciales?- le preguntó Lia a su roomie mientras utilizaba la máquina de coser y lo veía de reojo utilizar su laptop en apenas un tramo libre de los sillones.

-Puedo hacerlo desde hace meses, pero hemos tenido trabajo- le platicó sin despegar sus ojos del portátil.

-Tu novio es el jefe, dile que quieres regresar a la uni- le dijo tan sencillo.

Renjun resopló. -También implica no verlo... y tampoco quiero exponernos-

La chica comprendió aquello, siempre había sido cuidadoso con sus identidades y Jeno no hacía nada más que protegerlo del mundo exterior.

-Allá tú y tu señor novio con aires de papá protector- lo decía de broma pero ¿qué tan cierto era? Mucho.

Renjun soltó una risilla y se quitó los anteojos para tallarse los ojos. El aparato comenzaba a molestarlo.

De pronto la puerta se escuchó interrumpiendo su plática amena.

-Debe ser tu equipo de trabajo- le dijo burlándose.

-Abre tu que tanta risa te da- le ordenó uniéndose a su risa y aprovechó para estirarse.

La chica de cabello corto hizo caso y pausó su máquina para dirigirse a la puerta. En efecto, eran los otros tres con los que su roomie trabajaba ilícitamente.

-Buen día Lia- saludo el mayor con una leve sonrisa.

-Hola don- así le decía de cariño (o de burla, para Lia era lo mismo). -No me disculpo por el desastre, cuiden de no romper nada- amenazó mientras los dejaba pasar.

-¿Como van tus finales?- se esperó con ella en la puerta mientras los otros se acercaban a Renjun.

-Bastante pesado, apenas y dormí dos horas- le decía mientras no perdía el tiempo y volvía a encender la máquina.

-Asegúrate de tomar tus vitaminas y descansar después- le dijo por último y se acercó a su equipo, o más bien a Renjun. Lia solo asintió.

-Hola- le saludó el Chino y se estiró desde su lugar para alcanzar los labios del pelinegro. -¿Revisaste a Chenle otra vez? ¿Si podrá ir mañana al bar?-

-Ya está recuperado, la comida de la señora Park le ayudó bastante-

Desde el día uno y hasta hoy, Jisung se había encargado de llevarle comida y dejarlo descansar.

Strawberries and Cigarettes [JICHEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora