𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡 𝐲 𝐋𝐚 𝐂𝐚𝐦𝐚𝐫𝐚 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐚

26. El atisbo de un cambio

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"LA CAMARA SECRETA"

Conforme pasaban los minutos la opresión en mi pecho no hacía más que aumentar su intensidad, cada tanto Ron intentaba crear una conversación para despejarme, me charlaba acerca de algunas anécdotas con sus hermanos en La Madriguera cuando aun Bill y Charlie seguían en Hogwarts, pero yo no podía prestar verdadera atención.

Mi cabeza era un revoltijo de distintas ideas que se contrariaban entre sí, lo que me ponía solo más ansiosas

Harry no dijo eso con la intención de herirme o cumplirlo. Él no podría alejar a un ser querido así como así, eso lo sé. Muy a pesar de eso, sus palabras calaron dentro de mi profundamente.

No puedo dejar de pensar en todos los escenarios de no hacer lo que dijo. La sola idea de que no quiera hablarme o ser mi amigo era una cuestión que me hacía retorcerme, supongo que quiero a la persona que me gusta a mi lado. ¡Yo no puedo perder a Harry! Como su mejor amiga prometí estar con él siempre, no puedo no cumplir eso.

Sin embargo, sus amenazas dolían.

—No lo pienses de más, Elizabeth, ya lo conocemos. —dijo Ron apoyándose en un espacio de para poder asomarse en un hueco que encontramos —Harry lo dijo para asustarte y que no fueras, si lo piensas, fue para cuidarte.

—Eso lo sé, Ron —respondí decaídamente, por el hueco pude notar como fruncía el ceño —. Él nunca se alejaría de un amigo, lo sé, pero me duelen sus palabras.

—¿Qué tratas de decir? —elevó una ceja él. Suspiré rendida ya sabiendo que tendría que explicarlo.

—Harry me hirió.

—Pero no lo dijo en serio —alegó rápidamente.

—Yo sé, y aun así no puedo dejar de sentirme mal, quiero llorar y decirle que es un tonto, pero eso lo haría sentir mal y por ende yo me sentiría mucho peor —expliqué brevemente mi situación, flaqueando un poco mi voz.

—Estoy seguro que se disculpara —dijo él.

—¿Y? Una disculpa, aunque sincera, no cambiará lo que se dijo, Ron —contesté automáticamente, bajando la mirada incapaz de sostener la suya, nunca me fijé en que mi amigo pelirrojo tenía unos ojos inquisitivos.

—¿No perdonarás a Harry? —su tono se oía titubeante, como si estuviera evaluando la situación.

—No dije eso, bobo. —reí para su confusión, en cambio, después de unos cortos instantes recuperé la seriedad y dije claro —No puedo enojarme con Harry, tampoco puedo no perdonarlo, —una brillante sonrisa iluminó su rostro —es Harry, siempre será mi mejor amigo...

—Si, claro —bufó.

El silencio que compartimos entre los dos para nada era incomodo, tal como hace rato, más bien era algo pactado entre Ron y yo; perfecta compañía mutua.