rotura era antigua, como se deducía del óxido de sus bordes, y,
al parecer, había sido producido por un martillazo que hundió
una parte de la cabeza del clavo en la superficie del marco.
Volví entonces a colocar cuidadosamente aquella parte en el
lugar de donde la había separado, y su semejanza con un clavo
intacto fue completa. La rotura era inapreciable. Apreté el
resorte y levanté suavemente el marco unas pulgadas. Con él
subió la cabeza del clavo, quedando fija en su agujero. Cerré la
ventana, y fue otra vez perfecta la apariencia del clavo entero.
»Hasta aquí estaba resuelto el enigma. El asesino había
huido por la ventana situada a la cabecera del lecho. Al bajar
por sí misma, luego de haber escapado por ella, o tal vez al ser
cerrada deliberadamente, se había quedado sujeta por el
resorte, y la sujeción de éste había engañado a la Policía,
confundiéndola con la del clavo, por lo cual se había
considerado innecesario proseguir la investigación.
»El problema era ahora saber cómo había bajado el
asesino. Sobre este punto me sentía satisfecho de mi paseo en
torno al edificio. Aproximadamente a cinco pies y medio de la
ventana en cuestión, pasa la cadena de un pararrayos. Por ésta
hubiera sido imposible a cualquiera llegar hasta la ventana, y
ya no digamos entrar. Sin embargo, al examinar los postigos
del cuarto piso, vi que eran de una especie particular, que los
carpinteros parisienses llaman ferrades, especie poco usada
hoy, pero hallada frecuentemente en las casas antiguas de
Lyon y Burdeos. Tienen la forma de una puerta normal
(sencilla y no de dobles batientes), excepto que su mitad
superior está enrejada o trabajada a modo de celosía, por lo
que ofrece un asidero excelente para las manos. En el caso en
cuestión, estos postigos tienen una anchura de tres pies y
medio más o menos. Cuando los vimos desde la parte
ESTÁS LEYENDO
Los Crímenes de la calle morgue (COMPLETA)- Edgar Allan Poe
Misterio / SuspensoSiglo XIX. Se produce el bárbaro asesinato de dos mujeres, madre e hija, en un apartamento de una populosa calle de París. Las primeras investigaciones no dan resultado alguno, evidenciándose la impotencia de la policía para esclarecer los hechos. F...