Diciendo esto, me interrumpí para asegurarme, ya sin ninguna duda, de que él sabía realmente en quién pensaba.
-¿En Chantilly? -preguntó-. ¿Por qué se ha interrumpido? Usted pensaba que su escasa estatura no era la
apropiada para dedicarse a la tragedia.Esto era precisamente lo que había constituido el tema de mis reflexiones. Chantilly era un ex zapatero remendón de la Rue Saint Denis que, apasionado por el teatro, había representado el papel de Jeries en la tragedia de Crebillon de
este título. Pero sus esfuerzos habían provocado la burla del público.-Dígame usted, por Dios -exclamé-, por qué método, si es que hay alguno, ha penetrado usted en mi alma en este caso.
Realmente, estaba yo mucho más asombrado de lo que hubiese querido confesar.
-Ha sido el vendedor de frutas -contestó mi amigo- quien le ha llevado a usted a la conclusión de que el remendón de suelas no tiene la suficiente estatura para representar el papel de Jerjes et id genus omne.
- ¿El vendedor de frutas? Me asombra usted. No conozco a ninguno.
-Sí; es ese hombre con quien ha tropezado usted al entrar en esta calle, hará unos quince minutos.
Recordé entonces que, en efecto, un vendedor de frutas, que llevaba sobre la cabeza una gran canasta de manzanas,
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Los Crímenes de la calle morgue (COMPLETA)- Edgar Allan Poe
Misteri / ThrillerSiglo XIX. Se produce el bárbaro asesinato de dos mujeres, madre e hija, en un apartamento de una populosa calle de París. Las primeras investigaciones no dan resultado alguno, evidenciándose la impotencia de la policía para esclarecer los hechos. F...