noche, al vecindario de la rue Morgue. Madame L'Espanaye y
su hija, vestidas con sus camisones, estaban, según parece,
arreglando algunos papeles en el cofre de hierro ya
mencionado, que había sido llevado al centro de la habitación.
Estaba abierto, y esparcido su contenido por el suelo. Sin
duda, las víctimas se hallaban de espaldas a la ventana, y, a
juzgar por el tiempo que transcurrió entre la llegada del
animal y los gritos, es probable que no se dieran cuenta
inmediatamente de su presencia. El golpe del postigo debió de
ser verosímilmente atribuido al viento.
Cuando el marinero miró al interior, el terrible animal
había asido a Madame L'Espanaye por los cabellos, que, en
aquel instante, tenía sueltos, por estarse peinando, y movía la
navaja ante su rostro imitando los ademanes de un barbero. La
hija yacía inmóvil en el suelo, desvanecida. Los gritos y los
esfuerzos de la anciana (durante los cuales estuvo arrancando el
cabello de su cabeza) tuvieron el efecto de cambiar los
probables propósitos pacíficos del orangután en pura cólera.
Con un decidido movimiento de su hercúleo brazo le separó
casi la cabeza del tronco. A la vista de la sangre, su ira se
convirtió en frenesí. Con los dientes apretados y despidiendo
llamas por los ojos, se lanzó sobre el cuerpo de la hija y clavó
sus terribles garras en su garganta, sin soltarla hasta que expiró.
Sus extraviadas y feroces miradas se fijaron entonces en la
cabecera del lecho, sobre la cual la cara de su amo, rígida por el
horror, apenas si se distinguía en la oscuridad. La furia de la
bestia, que recordaba todavía el terrible látigo, se convirtió
instantáneamente en miedo. Comprendiendo que lo que había
hecho le hacía acreedor de un castigo, pareció deseoso de
ocultar su sangrienta acción. Con la angustia de su agitación y
nerviosismo, comenzó a dar saltos por la alcoba, derribando y
destrozando los muebles con sus movimientos y levantando los
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Los Crímenes de la calle morgue (COMPLETA)- Edgar Allan Poe
Misterio / SuspensoSiglo XIX. Se produce el bárbaro asesinato de dos mujeres, madre e hija, en un apartamento de una populosa calle de París. Las primeras investigaciones no dan resultado alguno, evidenciándose la impotencia de la policía para esclarecer los hechos. F...