Root.

Capítulo doce.

  -¿Seguro no te está molestando? - Insistió Leo realmente preocupado.

Después de reunirme con Sam en la mañana habíamos estado ocupados pensando en los exámenes y proyectos finales antes de vacaciones por lo que apenas terminó el horario escolar habían comenzado a interrogarme sobre mi relación con mi nuevo roommate.

  -No, ya les dije que somos amigos, ademas necesito dinero y nadie más me llamo. - Explique sin mucha atención mientras terminaba de comer una bolsita de churritos repleta de salsa.

  -No se, no creo que sea alguien de fiar, ¿que tal y tiene armas? O si invita a sus amigos y destruyen tu apartamento? - agregó preocupado.

Ricky lo miro con gracia y me señaló con la cabeza la salida del aula.
Levante mi mochila y me despedí mientras Leo debatía con Ricky el hacerme entrar en razón porque no era seguro confiar en Samuel.
Realmente no me había puesto a pensar en que significaba vivir con una persona ajena a mi familia, ¿Y si tenía razón y me había precipitado?

  -No tengo armas y definitivamente nadie va a destruir tu apartamento. - Me saco de mis pensamientos Sam de pie frente a mi.

Era solo unos centímetros más alto que yo, pero rara vez había tenido oportunidad de comprobarlo pues nunca estábamos tan cerca.

  -¿Lo escuchaste? - Comprobé apenado.

  - Todos lo escuchamos. Aunque es una suerte que no hayan dicho mi nombre.

  -No le hagas caso, así es Leo, se preocupa de más. - Justifique nervioso a mi amigo

  -La verdad no me importa lo que diga, pero quiero que tú estés seguro de nosotros.

  -¿Nosotros? - Cuestione animado. - ¿Estamos saliendo y no me lo dijiste? - Bromeé fingiendo sorpresa a lo que sólo obtuve una mirada preocupada de su parte.

  -¿Crees que lo estupido sea contagioso? - Cuestionó pensativo.
Le sonríe divertido y el hizo lo mismo apenas notablemente.

Comenzaba a gustarme que nos lleváramos bien, simplemente se sentía bien.

Caminamos hasta la parada con una vaga conversación sobre los exámenes y ya dentro del transporte público tuvimos suerte de sentarnos juntos pero Sam saco sus auriculares y no hablamos más el resto del camino.
Golpeó mi pierna una vez que llegamos y bajamos para caminar en silencio solo un par de calles más antes de llegar a su casa.
Era bonita, el jardín antes de entrar era pequeño pero estaba lleno de flores bien cuidadas.

  - Pasa, no hay nadie así que no te sientas incómodo - Aviso mientras abría la puerta.

  -¡Ah por eso me invitaste! - Actúe sorprendido mientras entrábamos.

  -Si no cierras la boca voy a golpearte. - Musitó apenas prestándome atención.

Nos adentramos más y llegamos a la sala, había bloques de juguete sobre el sofá y parte de la alfombra, la tele estaba prendida en un programa infantil.
Al menos que no les importara la factura de luz definitivamente había alguien en casa.

  - Llegaron - Nos recibió una chica alta saliendo de lo que supuse era la cocina.
Era bonita, me pareció familiar, supuse porque se parecía a Sam un poco.

  -Hola - Salude

  -Eres más lindo de lo que imaginaba, pensé que Sam solo se juntaba con tipos raros, estaba preocupada.

  - Cállate Miranda, ¿Que haces aquí? Pensé que ibas a salir. - Interrumpió Sam mientras me quitaba la mochila del hombro para dejarla junto a la suya sobre el sofá.