-¡Sam, Sam, Sam! – Lo llame al colgarme levemente de su mochila para captar su atención.A unas calles de llegar a la universidad reconocí su imponente forma de caminar y mi vida ya era una mierda como para asustarme de un chico que no había sido grosero conmigo, así que me adelante y lo alcance.
Se giro molesto y abrió la boca para reclamar, pero apenas me vio volvió a cerrarla.
-¡Hola! – Salude animado.
Me examino curioso unos segundos y luego siguió caminando.
-¡No me ignores! – Reclame siguiéndole el paso.
-¿Qué quieres? – Investigo mirándome apenas por el rabillo del ojo.
-Saludarte – Respondí como si no fuera obvio.
-¿A mí?
-Sip.
-¿Porqué?
-Solo porqué sí. ¿Te molesta?
Sentí su mirada y espere algún reclamo, pero no dijo nada.
Continuamos juntos hasta el edificio en donde tomaríamos clase en diez minutos. Seguramente Leo y Ricardo ya estarían esperando por mí con demasiadas preguntas que no sabría responder.
Disminuí el paso hasta frenar por completo. No estaba listo para hablar del tema en voz alta. No quería una mirada preocupada viniendo de ellos.
-¿Todo bien? – Se aseguro Samuel deteniéndose a unos pasos de distancia.
-¿Te preocupas por mi?
-Púdrete – Bufo retomando su paso.
Sonreí divertido y continúe también.
Aún me parecía increíble que la actitud que todos conocían de Sam no fuera tan exacta a la que yo veía. A lo que me refiero es que no parecía un mal tipo.
Como había supuesto, dos de mis mejores amigos me esperaban con lo que a simple vista parecía una conversación muy interesante, avance hasta ellos y me senté junto a Rick.
-¡Hey, ya llego el enamorado! – Golpeo mi hombro Leo.
-Hola- Sonreí girándome sobre el asiento para poder encararlo.
-¿Qué tal te fue ayer? ¿La sorprendiste? – Cuestiono emocionado Ricardo.
-Chicos ayer...
-¡Todos a sus asientos, voy a comenzar la clase!- Interrumpió la profesora captando la atención de todos.
-Rick, ¿Me prestas unas hojas? – Pedí al tiempo en que me giraba de nuevo para poder mirar al frente.
-Seguro, ¿Por qué?
-Olvide mis cosas...- Dude. ¿Quién olvida su material de trabajo? Seguro me veía como un idiota por eso.
-Uh, ¿Dormiste fuera? No inventes hermano, quien tuviera tu suerte – Sonrió divertido extendiéndome unas cuantas hojas de carpeta.
Le devolví el gesto con un poco de culpa.
Necesitaba decirles la verdad.
●●●
-¡Ajajajaja, eres un pendejo! – Se retorció Andrés sobre su silla.
Marco sonrió orgulloso y Julio siguió revisando mensajes en su teléfono.
Los chistes de mis compañeros de clase no pasaban a los de un chico de secundaria, pero para ellos eran logros enormes. Las clases habían terminado pero supuestamente nos poníamos de acuerdo para un resumen, que teníamos que entregar en un par de días, así que no podía marcharme hasta que terminara de repartirles todo por igual.

ESTÁS LEYENDO
Root.
Tienerfictie¿Qué pasa cuando confías tu sonrisa a las personas que consideras indispensables en tu vida? La historia gira en torno a Iván, un universitario que cree tener una vida plena, completa y feliz, sin embargo con el paso del tiempo se dará cuenta de que...