Capítulo seis

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-Más importante, ¿Eres gay?- Cambio de tema de forma drástica y sin tacto alguno que el que me tomara por sorpresa fue poco. - Preguntaría si tu hermana es lesbiana, pero eh visto como lo miras - Agrego con un pesado suspiro.

Mi mente permaneció en estática, pero mi cuerpo se tenso de inmediato al escucharlo hablar.

-Eso no es asunto tuyo – Espete a la defensiva.

-Tranquilo. Mis padres se conocieron en una marcha LGBT, si su hijo fuera un estúpido homofóbico me ahorcaría, ¡Ah! Incluso tuve un novio durante la secundaria, su nombre era Ángel, aunque duramos solo un mes, le daba mucha vergüenza salir con el chico al que molestaba de vez en cuando – Añadió entre risas. – A lo que voy es que no te estoy juzgando

Sin comprender  la razón logre relajarme, claro que no baje la guardia del todo, al final solo era uno de mis compañeros de clase, uno de los ruidosos.

-Piensa lo que quieras, igual gustar de tu mismo sexo no es algo de lo que las personas tengan que avergonzarse. El amor es amor sin importar que forma tenga, ¿A quién mierda le importa si es hombre o mujer? – Bufe recargándome de lleno sobre el muro a mis espaldas.

No esperaba que me entendiera, quizá su historia era real, quizá era falsa. Eso no importaba mientras no actuara como un pendejo ignorante ante la posibilidad de que uno de sus compañeros fuera homosexual. Después de todo, lo único importante para mí era guardar el secreto de las únicas personas que bajo ninguna circunstancia tenían porqué enterarse, Miranda y Aarón.

Una amplia sonrisa se dibujo en sus labios y avanzo hacia el frente para luego girarse y plantarse frente a mí.

-Exactamente eso. No importa porqué tanto el amor, como el rechazo, es igualitario para todos– Comento clavándome sus aún levemente irritados ojos marrón. –A los dos nos acaban de botar, eso es injusto y sonara engreído pero di todo de mí por ella y tú habías dejado el cigarro por él. ¿Y ni siquiera tenemos un "gracias por participar"? Merecemos ser felices también, ¿No te parece? Quiero decir, hasta yo note como mirabas al chico de la otra clase. ¿No te gustaría que alguien devolviera lo que tú diste? ¿Alguien que valorara lo que haces, alguien que se esforzara de vuelta por hacerte feliz? Yo sí, y tal vez el problema es que nos esforzamos por la persona equivocada

-No entiendo a donde quieres llegar–Lo examine confundido.

- Mi novia... Se acostaba con mi hermano. – Confeso con una sonrisa que obviamente no llego a sus ojos.

No supe que decir. Lo mío era algo platónico, pero lo suyo había sido real.

Entonces entendí la razón por la que se veía tan mal, y me sentí peor por haber pensado que era exagerado embriagarse por un amor perdido.

» - ¿Porqué no explotaste a tus amigos? Habría sido más divertido, ¿no?

-Eso creo... Salvo que ellos no lo saben. Me siento como un estúpido por presumir la relación perfecta cuando ya se acabo –Exhalo decaído.

-No existe tal cosa. La relación perfecta quiero decir – Afirme arrebatando de sus manos el vaso caliente para beber un trago – Muy cargado – Me queje haciendo una mueca al tiempo en que le devolvía el café.

Iván rio divertido y bebió con toda calma para soltar un suspiro satisfecho y levantar la mirada al cielo.

-¿Sabes? Es la primera vez que hago esto. Salir con alguien y abusar de su amabilidad, beber hasta quedar mareado. En resumen, no preocuparme por nada... Eres el único que sabe sobre mi situación actual. Gracias por todo – Me sonrió clavando sus hinchados ojos marrón. «

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