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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

🌹ɪ ʙʀᴏᴜɢʜᴛ ʏᴏᴜ ᴅᴀꜰꜰᴏᴅɪʟꜱ ɪɴ ᴀ ᴘʀᴇᴛᴛʏ ꜱᴛʀɪɴɢ🌹

🥀ʙᴜᴛ ᴛʜᴇʏ ᴡᴏɴ'ᴛ ꜰʟᴏᴡᴇʀ ʟɪᴋᴇ ᴛʜᴇʏ ᴅɪᴅ ʟᴀꜱᴛ ꜱᴘʀɪɴɢ🥀

Australia era un país increíble,  en un año y meses habían pasado tantas cosas que ni yo me las creía.

Había hecho amigos, como Giorgia, de hecho vivíamos juntas en un apartamento en Sydney y tenemos un hámster llamada Cookie.

Giorgia me había presentado a su grupo de amigos, Ruby, Otto y Ella.

Eran todos super amables y salíamos seguido.

Me había bastante bien, tenía un trabajo como camarera en un bar aparte de que junte dos cosas que me gustaban haciendo el personaje de Anne en el gran showman en un musical de teatro.

Y ahí conocí a Joshua, el sexto integrante del grupo. Y como empecé a salir con él.

Pero era cuando me iba a la cama cuando mi pasado me atormentaba como si el fantasma del pasado hubiera venido a visitarme. Cada noche.

Ruby, Georgia y Otto me recordaban a los chicos, Ruby era exactamente igual a Ethan, Thomas y Otto eran como gemelos y Georgia era como una Victoria pero pelinegra.

Ella era una mezcla de Helen y Minnie, impulsiva pero a la vez la mamá del grupo, solo a veces pero lo era.

Y Joshua, era un buen chico.

Pero le echaba de menos.

Cada noche era como si los recuerdos de Italia se acumularan en mi cabeza y no dejaran que pensar en otra cosa. A lo largo de los meses fui probando diferentes cosas para poder dormir, ducharme con agua caliente, escuchar ASMR, contar ovejitas, tomarme pastillas. Pero solo una cosa funcionaba.

Escribirle cartas. Podían ser de lo que fuera, de lo que había hecho, de lo enfadada que estaba por algo, de lo bien que me había ido en algo. O de lo mucho que le quería. 

Como un diario.

Por absurdo que parezca era lo que mejor me sentaba y por lo menos dormía un poco más de cuatro horas.

Parte de mi subconsciente piensa que dormiría mejor si se las enviara, pero otra parte esta esperando a entregárselas en persona. Hecho que no ocurriría ni en el mejor de mis sueños.

Mi vida era una rutina, una aburrida y constante rutina.

Una de las cosas que me gustaban de Australia es que no me conocía ni mi vecino, no tenía paparazzi, me había quitado todas las redes excepto Instagram pero esa la había dejado privada y para pocas personas.

Al final desaparecer no era tan complicado. 

Ser libre no era tan complicado.

Pero si tan solo le tuviera a él.

Damiano

Ese siempre se había quedado en mi cabeza como una estaca en el corazón. 

No podía quitarme a esa hermosa chica castaña y de ojos como el otoño de la cabeza, no podía quitar su imagen yendo hacía el avión, olvidándose de mi, de todo, yendo hacía un país desconocido solo por la estúpida fama.

Desde ese día sueño con su sonrisa, con su brillo en los ojos, sueño con ella cada noche. No puedo sacarla de mi cabeza cada vez que canto alguna canción. 

Ella es la culpable de que no pueda cantar Coraline sin romper a llorar, ella es la culpable de que me alejara de cualquier medio de comunicación.

Ella es la culpable de que me pregunte día y noche, ¿dónde van los corazones rotos?

Supongo que ha donde ella ha ido.

Ella es la culpable de mi corazón vague como un zombie por la vida.

Ella era mi arnés en la cuerda floja, y ahora estaba entre dos rascacielos tendido en un pequeño hilo.

Ella es la culpable de que pueda caer en cualquier momento.

La culpable.

La culpable de que no sea ni capaz de nombrarla.

La culpable de todo.

Nada había cambiado desde que se fue, solo faltaba su presencia, me sentía como nuestra ruptura, pero esta vez no había manera de volver a verla.

No tenía ni idea de donde estaba.

No sabía ni siquiera si seguía viva, lo cuál me rompía aún más el corazón.

A veces pienso que si ella esta más feliz donde esté que aquí lo prefiero, pero otras simplemente estoy celoso de la persona que la acompañe en sus aventuras como hacía yo antes. 

Tenía tanto miedo de que se rompiera que la sobreprotegí y por eso se acabó rompiendo.

Es todo mi culpa.

Nuestra culpa.

Brividi ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora