Eliot pov
4:50 am
El sonido de la alarma estaba golpeando mi cerebro. ¿Por qué me duele tanto la cabeza? No hay forma de que mi cuerpo salga de la cama para ir a entrenar, no hay forma de que vaya a trotar con esta jaqueca.
Me enredo más entre las sábanas, aún está oscuro, como siempre a esta hora, escucho lluvia de fondo y me da la oportunidad de volver a dormir.
El sonido de un metal me hace sentarme sobre la cama rápidamente, puedo sentir como mi cerebro golpea violentamente contra mi cráneo.
—¿E-Eliot? —la voz quebrada de Effy termina de despertarme.
Froto mis ojos con fuerza intentando ajustar mi visión, una luz tenue golpea mi rostro, definitivamente no estoy en mi habitación y mucho menos en mi apartamento.
Un rostro lleno de lágrimas me está mirando con pena, sus brazos están llenos de sangre y siento mi corazón querer salirse de su lugar —¿Eff? ¿Qué hiciste? —cuestiono acercándome rápidamente, miró a la chica en el suelo del baño, había gotas en el suelo, me arrodillo para mirar sus heridas.
Su labio inferior tiembla mirándole cuando tomo su brazo —Lo siento tanto —lleva una camiseta grande, unos shorts de lino y medias.
Beso su frente antes de tomarla en mis brazos,, intento tranquilizarla mientras solloza en mi cuello, dejo que su ligero cuerpo toque el mármol junto a la llave donde brota el agua con el que limpio la sangre.
Sé perfectamente que no llora porque le duela, llora por algo dentro de su mente que no la deja tranquila, lo sé porque me mira con pena y suavidad, nisiquiera se queja cuando el agua fría cambia a tibia llevándose su sangre por el desagüe.
Se ve tan hermosa cuando no lleva el maquillaje negro alrededor de sus ojos, el rubor natural en sus mejillas sobresalta su piel pálida.
—Tranquila —beso su mejilla, ella sigue mirándome avergonzada y con los ojos llenos de lágrimas, enrollo sus brazos con vendas ocultando las marcas rojas. —¿Quieres hablar? — pregunto mirándola a los ojos pero ella solo niega incapaz expresar algo con su voz.
Detrás de todas mis acciones mi mente grita que las consecuencias serán más dolorosas que ver al bello angel llenarse de sangre y llorar. La tomo en mis brazos y volvemos a la cama, me siento recostando mi espalda en la pared mientras ella esconde su rostro en mi cuello y extiende sus piernas la cama. No sé qué hacer por unos segundos hasta que la rodeó con mis brazos tranquilizandola, acariciando su cabello.
***
—No voy a ir a ningún lado, Elizab...—mi abrigo vuela escaleras abajo hacia mi rostro.
ESTÁS LEYENDO
Obsession ©
Random¿Qué pensarías si la persona que más odias empieza a obsesionarse contigo? Probablemente pienses que lo prohibido atrae más el deseo pero... Los buenos nunca son del todo buenos y los malos nunca son tan valorados. Descubre que tan sucio puede juga...