Obsession ©

06

Elizabeth Stone

—¿Por qué de la nada estas tan seria? —cuestiona Cook mientras caminamos, habíamos dejado de correr ya hace unas calles, nos habíamos tropezado con Eliot, nuestro psicólogo, él me miro de una forma extraña, iba cogido del brazo con aquella mujer de piernas largas.

Hice ademan de círculos en mi cabeza con mi dedo indice indicando locura —Se supone que tengo mierdas mentales, no te sorprendas —dije de forma burlona y él sonrió pasándome el cigarrillo de marihuana.

—Vayamos a olvidar nuestras mierdas mentales entonces —dijo sacando la cartera que hace algunos minutos le había robado a una mujer por la calle, buscó por todos los bolsillos de esta y saco todos los billetes, sonreí y negué dándole una calada a la hierba. —Por cierto nunca me dijiste cuales son tus mierdas mentales —recriminó mientras contaba el dinero.

Me reí sin razón alguna y sentí como el tiempo parecía mas lento desde mis ojos —¿Tengo qué? —cuestioné atrevida y él sonrió al posar su vista en mis ojos, gruñó y me acercó a su cuerpo "Pero no me mires así, nena" dijo antes de apretarme hacia él con sus manos en mis caderas mientras sus labios buscaban los míos intensamente.

Me gusta besar a Cook, sus labios siempre tienen un rastro de sabor a alcohol, no me gusta cuando aprieta sus grandes manos de forma profunda en mis caderas, me gusta que me bese con tantas ganas, odio que me muerda tan violentamente, me hacia sentir mal y bien a la vez. Sentí como su mano intentaba colarse entre la gran camiseta que me había prestado pues anteriormente había estado su casa, habíamos follado luego de discutir, Cook odió de manera exagerada que hubiera desaparecido anoche y rompió con sus manos la camiseta que había llevado en primer lugar.

—Eff... —se quejó cuando empujé sus manos fuera de mi, no tenia problema pero estábamos en la calle, tal vez Cook pensaba que era una cualquiera, eso me molestaba.

—¡Busquen un motel! ¡Sucios! —nos gritó un hombre mayor mientras hacia sonar el claxon de su auto, miré a nuestro alrededor; estábamos en mitad de la carretera.

Cook se acerca al capó del auto y lo golpea con su puño haciendo una pequeña hendidura en este, el hombre grita ofensas hacia nosotros y baja del auto molesto, algo me dice que habrá problemas.

—¿Tienes algún problema, imbécil?— espetó Cook acercándose a el hombre peligrosamente.

—¿Tú y tu puta pueden dejar de obstruir la vía publica? —cerré los ojos aceptando lo que iba a pasar, los autos se detuvieron detrás del susodicho y el sonido de muchos claxon se escuchaban en toda la calle.

—¡Cook! —grité en cuanto lo vi estampar su puño contra la nariz del hombre, el impacto hizo que el hombre cayera al suelo, vi personas acercarse, Cook continuó golpeándolo  aun estando en el suelo —¡Cook, detente! —espeté nuevamente al ver el rostro del hombre lleno de sangre y a varias personas grabando con sus teléfonos.

Él dejo de golpear, parecía un animal, su respiración era pesada, intenté decirle algo pero solo tomó mi muñeca y me jaló detrás de él mientras miraba hacia el montón de personas que corrían a auxiliar al hombre herido.

—Hay que desaparecer de su vista antes de que llamen a la policía —dijo caminando más rápido, suspiré, mire las calle, el agarre de su mano era fuerte en mi muñeca, las cortadas de mi mano escocían, la señora Luz me había vendado bien pero la presión que ejercía Cook en mi muñeca hacia que mi mano sangrara, se estaba manchando.

—Me estas haciendo daño —susurré cuando estábamos en una de las paradas de autobús de la ciudad, él no me miró solo soltó su agarre y se dedico a sacar un cigarrillo. —No puedo irme contigo, mañana es mi primer día en el instituto y se esta haciendo muy tarde —expliqué mientras sacaba la mano pidiendo un taxi, me miró con el ceño fruncido —Nos vemos otro día —dije subiéndome al taxi rápidamente antes de que protestara.