Eliot pov
Habia converzado con Effy por unos largos minutos, habia tenido que retrasar las charlas motivaciones con un estudiante, sabia que estaba mal, sabia y que no debia priorizar los sentimientos de ella sobre los de otros estudiantes. Pero, joder, esos ojos... Los oceanos congelados en sus ojos pedian ayuda con desesperacion, no habia notado el estado del angel de alas rotas que estaba en el sillon frente a mi, su sonrisa y jugueto de antes me habia dado esperanzas, habia querido besarla al tenerla tan cerca de mi.
-¿Puedo ir a casa? - susurró levantando su mirada rota hacia mi.
Effy no solo estaba intoxicada por alguna sustancia (probablemente droga al juzgar sus ojos rojos y su anterior comportamiento) a las 11 de la mañana, tambien habia expresado indicios de pensamientos suicidas. - Eliot -
-¿Qué?- frunzo el ceño volviendo fuera de mis pensamientos, niego aun sin pensar en su petición -No puedes ir a casa - porhibí sin pizca de arrepentimiento, si la dejaba ir... Si la dejaba ir probablemente ella terminaria muerta segun sus intenciones o mucho peor; en brazos de James Cook, no.
Effy me miro unos segundos mientras quitaba los restos de maquillaje que estaban bajo sus ojos, en esos instantes me pregunté como una pequeña chica destrozada podia parecerme el ser mas bello y delicado de la tierra.
-¡No quiero estar aqui! ¡¿Qué no lo entiendes?! - levantó la voz de manera furiosa. Suspiré escribiendo otro cambio animico sin presedentes, noté como ella miró mi accion y penso por unos segundos antes de decir que lo sentia.
Mientras se quedaba en silencio mirandome y mordiendo sus uñas, escribí una nota para su clase excusandola de su inasistencia, me levanté de la silla para ponerme de cunclillas frente a ella en el sillon mirandola de forma seria.
-Quiero que vayas a clase - dejé la nota sobre sus piernas - Toma un respiro, dibuja en tu cuaderno y todo va a mejorar -acaricié su despeinado cabello, me miró confundida -Si te escapas de clases tus padres me lo diran y pediran mas citas conmigo -suspiré -Y yo creo que tú no quieres eso -ella negó lentamente y no pude evitar sonreir, siempre tan honesta.
Besé su frente antes de alejarme de mi oficina, necesitaba pensar toda esta situacion, caminé unos metros hasta la sala de reuniones donde estaba la cafetera... Mientras preparaba el café mire por las percianas los pasillos del intitutos ¿Era una mala persona por sentirme atraido de una adolecente? Maldita sea. Ella era prohibida para mi, incluso aunque mis intenciones no fueran oscuras ni obsenas, me convertia en un pederasta solo pensar en besarla o abrazarla.
Effy necesitaba que alguien la cuidara, necesita ayuda, atencion, amor... Pero yo no era el hombre que iba a darle eso, a menos no sin perder mi trabajo y sin una demanda por acoso, tenia que pensar como un adulto y dejar de comportarme como el adolecente enamorado.
-¡Eliot! -Beatrice la maestra de deporte me miró contenta por verme -Dios, parecias en otro mundo- se burló de mi incapazidad por alejar mis pensamientos amorosos con mi paciente de 17 años. -¿Estás bien? -inquirió al notar mi silencio.
Sus ojos cafes me dieron una idea al acordarme de aquella invitacion a almorzar juntos -Si, perdona, tengo mucho trabajo, ya sabes -excusé sirviendome el café -¿Quieres que comamos algo juntos al descanso? -la propuesta salió de mi boca antes de que pudiera arrepentirme - Me vendrá bien conversar con alguien que no sea mi paciente -dije suavemente, los ojos cafés de Beatrice se iluminaron y mientras asentia freneticamente sonrei de lado, eso es.
-¡Genial! tengo una clase antes del descanso pero este grupo es muy tranquilo -comentó -No como el de ahora - rodó los ojos mientras yo bebí del café -Tengo dos en enfermería con la nariz rota - me rei, afortunadamente yo no era maestro.
Beatrice era una mujer agradable, tenia el cabello negro recogido en una coleta alta y ropa deportiva con la que dictaba sus clases, era joven, adivinaba que tal vez al igual que yo estaba entre los 26 o 28 años, los cuales no aparentaba, era una mujer latina que le gustaba la gymnacia, incluso alardeaba de haber competido en los Olímpicos cuando era adolescente. Los estudiantes y maestros jamas disimulaban la mirada al estar en su clase, siempre me decia que le invitaban a salir despues del trabajo pero que les rechazaba inventando algun novio.
Volví a mi oficina pensando en encontrar la forma de olvidar a la adolescente de 17 años que estaba hace unos minutos en ese sillon, su ausencia era inefable para lo que mi interior queria describir.
Recibí a Steve luego de unos minutos, un pequeño niño de segundo grado que se peleaba con sus compañeros y nunca traia sus compromisos a tiempo, era la quinta vez que lo enviaban a hablar conmigo, nunca me hablaba de lo que sucedia al principio.
-¿Otro examen reprobado? - pregunté relajado -Tienes mas zeros que mi cuenta bancaria, amigo, siento envidia - logré hacer que se riera.
-Mi madre prometio ayudarme pero discutió con mi padre y no se sentia bien -se encogió de hombros.
Hice una mueca rascando mi cabeza al ver el resto de examenes reprobados -¿Mamá se siente mal a menudo? -
El pequeño Steve se encogio de hombros -Mi papá le hace llorar y siempre tiene que trabajar - explicó armando el cubo rubick que le habia dado.
Escribí una nota mientra él hablaba, tendriamos que tener una reunion con sus padres para hablar del caso.
Steve era un chico calmado hasta hace un año (o eso indicaba el expediente y el hecho de que no habia tenido que venir a mi oficina en los últimos años hasta ahora) algo comenzaba a estar ausente y probablemente era la atención de sus padres.
-No te preocupes, amigo, habrá mas exámenes - dije entregándole la nota después de firmarla -Llevale esto a tus padres, intenta estudiar con un compañero al que no le hayas roto la nariz -aconsejé y este hizo una mueca.
Salí de la oficina unos minutos despues de que sonara la campana para el descanso, los estudiantes amontonados empezaron a salir con rapidez de sus salones llenos de apuro hacia la cafetería por los almuerzos frescos. Busqué a Beatrice por unos minutos entre la sala de profesores y la cancha de baloncesto donde se dictaban las clases de deporte.
-Hey, te estaba buscando - dije al verla en una de las mesas alejadas en la cafetería -No sabia que comias aquí -
Se encogió de hombros y me señaló el lugar a su lado, tomé asiento meintras veia la gran fila de estudiantes comprando sus almuerzos -No te preocupes, pedí domicilio antes de terminar la clase y... -me miró con sufuciencia levantando las cejas coqueteandome mientras me mostraba una bolsa de McDonals, sonrei asintiendo -La maestra de deporte invita -guiñó su ojo derecho hacia mi.
-Bueno esto es mejor que comer en la sala de maestros...-mi mirada pasó de las bolsas a Effy Stone que se encontraba mirandome con el ceño fruncido mientra otro estudiante le hablaba muy cerca -¿Pero y este imbecil que hace? -susurré.
¿Por qué la miraba de esa forma?
Effy apartó la mirada de mi en cuanto nuestras miradas se encontraron -¿Dijiste algo? - Beatrice preguntó mirando mi rostro molesto y desconcertado sin entender.
¡Más capítulos como lo prometí! Imagen de Emito celoso en la última escena.
Espero lo disfruten, no olviden comentar y votar!
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Obsession ©
De Todo¿Qué pensarías si la persona que más odias empieza a obsesionarse contigo? Probablemente pienses que lo prohibido atrae más el deseo pero... Los buenos nunca son del todo buenos y los malos nunca son tan valorados. Descubre que tan sucio puede juga...