Leo y el charro se dieron cuenta de que era de noche el plan del Charro era volver a dormir pero un particular sonido hizo que mandara al demonio esa idea, por lo que prefirió ir a la cocina y llevarle de comer a Leo después de todo ahora comería por tres en lugar de uno.
Leo lo miro un poco confundido cuando se fue del cuarto pero prefirió no decir nada, tenía un poco de hambre y su estómago lo avía delatado sentía sus mejillas calientes por la vergüenza de ser descubrierto.
Más no se espero que el Charro Negro le llevará una ensalada de frutas, un jugoso filete de salmón con especias justo en el punto correcto, un vaso de jugo de granada, también le llevo un poco de gelatina de limón y unas fresas bañadas en chocolate negro y chocolate blanco.
-mhm? Para que trajiste todo eso?- pregunto confundido Leo.
-Por qué tenías hambre Leo por eso- contesto el Charro
-Si pero no es pa- ni termino de decir lo que fuera a decir por qué el charro metio un poco de la ensalada de frutas en su boca.
-Calla, tienes que comer Leo- Dijo el charro listo para darle más de comer a Leo
-No soy un bebé sabes?- dijo un poco avergonzado Leo
-No, no lo eres pero a mí punto de vista eres mi bebé- Dijo El charro metiendo más ensalada en la boca de Leo antes de que pidiera hablar.
Leo se resigno a seguir siendo alimentado por el Charro, una vez terminada la ensalada, quiso comer solo el Salmón más el Charro ya estaba partiendo cuidadosamente el filete dejando lo en cuadritos pequeños, un poco confundido Leo intento tomar el tenedor para comer pero una vez más el Charro volvió a darle de comer en la boca un poco enojado Leo aceptaba cada pieza del delicioso salmón, temo el vaso de jugo de granada siendo observando por el Charro, eso lo ponía un poco incomodo pero no le decía nada, cuándo dejo el vaso casi vacío en la mesa de noche y trato de comer la gelatina nuevamente el Charro hizo de las suyas y le dio de comer en la boca, Leo ya estaba molesto.
-Puedo comer solo?- Pregunto tratando de ocultar su enojo
-Mhm... No - contesto el Charro
-Y puedo saber la razón?- Pregunto mostrando su enojo
-Esta bien solo quedan las fresas comete las- Dijo el Charro que por dentro solo tenía un pensamiento (por qué soy tan pendejo?! Temo por mi vida!)
Leo tomo una de las fresas y la llevo a su boca la mordió con lentitud saboreando la deliciosa combinación de la fresa y el chocolate, siguió así hasta que solo quedó una la cuál tomo el Charro.
-Oye!- grito Leo
-Si la quieres tómala- Dijo en Charro juguetón
Leo lo miro un poco confundido no sabía si era una broma o si lo quería ver molesto encerio. El charro sabía que era arriesgado pero le valía su seguridad por lo que llevo la fresa a sus labios y la dejo hay dándole a entender a Leo que si quería comerla tendría que compartirla.
Leo hizo un adorable puchero, más hizo lo que el Charro quería mordió cuidadosamente el otro extremo de la fresa sorprendiendo al contrario, tuvo que asercarse más para poder aserlo y como se podía caer de la cama se sentó en el regaso del mayor causando un pequeño brinco de sorpresa en el contrario.
El charro y leo poco a poco mordieron la fresa en sus labios cuando estos se estaban rosando el Charro no se contuvo y pego sus labios, Leo está a un poco sorprendido más siguió aquel beso de sabor a fresa y chocolate, tan inmersos estában en aquel delicioso beso que no notaron cuándo su ropa desapareció.
Ni Leo ni el Charro olvidarían esa noche en la que ambos disfrutaron el cuerpo del otro.
Leo recordaría cada caricia, cada beso, el sabor de los labios y la lengua del otro, recordarían el sonido de su cuerpo al chocar con el del mayor, los dedos de su pareja asiendo travesuras en su cuerpo, el dolor que no supo del todo a dolor cuando entro, cada chupetón y mordida que dejó en su cuerpo como una forma de marcar su territorio, recordaría cada gruñido y jadeo del Charro, recordaría el delicioso orgasmo que tubo cuando el Charro le hacía el amor, como se sintió cuando el Charro lo lleno por dentro con su semilla y recordaría las palabras que le dijo antes de caer el los brazos del morfeo por qué claramente le dijo son sinceridad "Te amo Leo"
El charro recordaría cada beso, cada caricia en su pelo, como leo se aferró a él cuando entro, lo apretado que era, como chocaba su cuerpo con el cuerpo de Leo, cada jadeo y cada gemido que leo le obsequiaba mientras le hacía el amor, como cada cambio de velocidad era recibido por un fuerte gemido, como le enterraba las uñas en su espalda o como le mordía el hombro cada vez que el lo mordía o dejaba un chupetón en su cuerpo, como Leo se sumergió en un río de placer cuando alcanzó el orgasmo, como el mismo lo acompaño en ese exquisito orgasmo, recordaría sin duda la felicidad que sintió cuando Leo correspondió a sus palabras respondiendo le con un "Yo también te amo Charrito" y recordaría con una gran sonrisa como sin siquiera tratar o intentar que Leo lo abrazara este se pego a sus brazos no queriendo salir de ellos.

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Charrleo
RomanceEl charro negro a vigilado a Leo desde que era bebé o más bien cuidado de el, pero que pasará si se enamora de el?