Ocean Eyes || Armin Arlert

009

Zoe se había dado una ducha rápida y organizó su patio para que hubiese más comodidad para cuando sus amigos llegasen. Había sustituido su ropa por un short vaquero corto y una camiseta ancha que seguramente era de su padre. Iba descalza y bajó su ropa portaba un bañador.

Los primeros en llegar fueron Armin, Jean, Eren, Connie, Mikasa y Sasha los cuales le ayudaron a colocar las mesas y fueron poniendo la barbacoa pues Porco le había dado aquellas instrucciones.

Sasha encendió el altavoz como Zoe la había indicado y al musica comenzó a sonar de manera aleatoria.
Debido a que aquella "fiesta" era en el patio trasero había indicado a todos que entrasen por la puerta que daba a la playa así no tendría que estar abriendo y cerrando.

Armin y Zoe se encontraban hablando de manera animada y picando algo mientras colocaban los platos cuando algunos gritos y risas se hicieron presentes y la chica reconoció rápidamente a su grupo de amigos.

Porco iba acompañado de Reiner, Bertholdt, Annie, Colt y el más importante: Nicolo. ¿Por qué era el más importante? Nadie cocinaba mejor que el. Tenía manos mágicas para la cocina ( y según algunas chicas del pueblo para otras cosas).
Sin dudarlo Zoe corrió hacia ellos abrazó al último mencionado pues era al que más tiempo llevaba sin ver debido que actualmente vivía en la ciudad y cursaba un curso de cocina extraño que sin duda le estaba yendo muy bien.

– ¡Zoe! ¿Ya toleras el pescado?

Esta hizo una mueca de asco negando.

– Y yo que quería comer pescado... —Reiner apoyó su brazo sobre la cabeza de Zoe permitiéndose aquello por la altura.

– ¿Me dejáis a mi novia para mi? Que llevamos sin vernos unos días.

Todos los que rodeaban a Zoe se apartaron para dejar que Porco dejase un beso sobre la mejilla de su novia. Esta le sonrió aunque quizás aquella sonrisa fue algo forzada pero para él era justo lo que necesitaba ver.

– ¿Qué tal si nos ponemos al día? — Preguntó casi sin darle tiempo a contestar pues ya le había agarrado y al guiaba hasta el otro extremo del jardín donde había más "paz".

Colocó un mechón rubio de Zoe tras su oreja y se acercó a esta lentamente dejando un suave beso sobre su mejilla logrando crear escalofríos en el cuerpo de la chica.
Desde lejos Armin observaba a la pareja algo enfadado pero intentaba disimular o eso creía pues para sus amigos el comportamiento del rubio no pasó desapercibido.

– Oye.

Armin se giró con el vaso entre sus manos hacia Eren, Jean y Connie que acababan de llegar junto a él.

– Respecto a lo que dije el otro día...

– No hay problema. Hablé con Zoe sobre todo eso. —Interrumpió Armin a su amigo.

– Seguro que hablar fue lo que menos hicisteis. —Bromeó Connie haciendo que su amigo se sonrojase por lo que se giró mirando su bebida fijamente.

– Que se nos pone el niño tímido. –Bromeó Jean.