014

539 60 24
                                    

Zoe se removió en la cama siendo alumbrada por los rayos de sol que las cortinas mal cerradas dejaban pasar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Zoe se removió en la cama siendo alumbrada por los rayos de sol que las cortinas mal cerradas dejaban pasar. Fue a moverse pero dos brazos le mantenían agarrada impidiendo que se apartase.

Decidió que tenía razón, que era muy temprano para salir de la cama así que sabiendo que no tenía que hacer nada, volvió a acurrucarse contra su cuerpo sintiendo el calor y la seguridad que le brindaba.

Un par de horas más tarde, golpearon la puerta. Ambos abrieron los ojos de manera pesada. Si sus padres querían algo ya hubiesen empezado a hablar antes de golpear la puerta.

– ¿Zoe?

La mencionada se levantó de la cama al escuchar la voz de su ahora ex-novio. Armin frunció el ceño y miró a Zoe esperando una explicación aunque ella tampoco entendía porqué estaba allí.

– Voy a entrar.

– ¡No! ¡Estoy desnuda! ¡Dame un segundo! —Y aquello era cierto pues seguía sin su ropa.

Armin observó cómo se ponía sus pantalones acompañados de su sudadera y se sintió muy bendecido al ver como su ropa quedaba sobre el cuerpo de ella.

– Te dije que lo primero que haría al levantarnos sería besarte. —Vaciló Armin no dejando que se alejase y tiró de ella de vuelta a la cama. – ¿O ahora tu prioridad es abrirle a Porco?

El chico relamió sus labios llevándose toda la atención de los ojos verdes que tenía frente a él.
Fue Zoe quien no aguantó y juntó sus labios a los contrarios, estaba desesperada por besarle. Sus lenguas habían comenzando una batalla que se vio interrumpida por un nuevo aporreo a la puerta.

– ¡Zoe abre la puerta!

Esta se separó dejando un beso rápido sobre Armin.

– Ahora vuelvo contigo.

Abrió la puerta ligeramente dejando que su cuerpo se escapase de la habitación y permitiendo que Porco no viese más allá.
Armin colocó su ropa interior y se acercó a esta pues quería escuchar la conversación.

– Por favor Zoe, cariño. Déjame explicarte. —Fue a agarrar las manos de ella pero esta se alejó.

– ¿Me tienes que explicar como te follabas a mi amiga? Nah, no creo que me haga falta.

– Te juro que te sigo queriendo. Pieck es solo para pasar el rato...

– ¿Para pasar el rato? Sigue siendo mi amiga, o bueno, no... Pero no tienes que faltarle el respeto que lo sepas. —Soltó una risa algo amarga negando.— ¿Cuanto lleváis? Y no evites la pregunta. Quiero sinceridad.

– Otoño...

Zoe no dio crédito a lo que oía. Llevaba siendo una cornuda desde que su novio se había ido de aquel pueblo. Había volado fuera del lugar y no contó con ella.

Ocean Eyes || Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora