Dos personas o mejor dicho... dos almas que fueron creados para permanecer juntas...
Un amor de verano abrirá las puertas a esta historia donde dos adolescentes descubren lo que es el amor de verdad...
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- Armin A...
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Después de aquella charla en la ducha. La noche de ambos jóvenes había estado impregnada en el deseo y las ganas que se tenían.
La mañana llegó trayendo de nuevo el sol junto a ellos y un calor bastante asombroso en comparación al frío que el día anterior había hecho.
Decidieron pasar el día en solitario los dos por lo que aún con la arena húmeda por la lluvia, pasaron el día en la playa.
Y cuando la noche llegó, se prepararon para salir de fiesta con todo el grupo.
Zoe vistió con un ligero vestido de flores acompañado de unas viejas deportivas blancas y como siempre.
Armin iba vestido de manera cómoda pero formal. Una camisa era remangada hasta sus codos marcando sus brazos.
Nada más llegaron, Sasha junto con Mikasa tiraron de Zoe para bailar. Era raro ver a Mikasa siendo tan extrovertida pero Armin les había contado que le había dicho ya a la chica que se tenía que ir antes y por mucho que Zoe lo intentase ocultar, estaba triste. Bastante triste. Y sus ahora dos mejores amigas, notaban aquello fácilmente.
La música relajaba el ambiente y mientras tanto, los chicos estaban en la barra bebiendo u decidiendo que podían hacer al día siguiente pues sería el último junto a su amigo... Ninguno estaba preparado para aquello pues sabían que apenas se verían en cuanto cada uno estuviese en las universidades.
Era raro, había un sentimiento extraño en todos e incluso aquel bar lo notó pues la música habitual había sido sustituida por canciones recientes aunque aquello solo se debía a que el dueño no estaba aquella noche y era una de sus sobrinas quien hacía de DJ bajo su propia responsabilidad.
La música de aquel siglo hacía a los jóvenes bailar de manera mucho más animada pues los pueblerinos no estaban acostumbrados a esas melodías al salir de fiesta por lo que les motivó muchísimo más.
El alcohol comenzó a recorrer el cuerpo de los allí presentes. No iban a escatimar en gastos y eso estaba claro.
Zoe se acercó a la barra siendo seguida por Jean y Eren pues ahora iban ellos a por las bebidas y que se estaban turnando.
No les habían puesto aun las bebidas cuando Zoe fue arrastrada apartándola así de aquel pequeño grupo. Iba algo mareada por lo que con toda la confianza se dejó guiar hasta que sintió el frío del exterior.
Enfocó su mirada en el rostro de Porco el cual no tenía expresión alguna en su cara. La rubia fue a zafarse del agarre pero en cuanto sacudió su mano para soltarse, este la agarró más fuerte.
El olor a alcohol era abundante y su Zoe iba bebida, Porco podría estarlo el doble o el triple. Sin duda apenas se podía mantener en pie.
