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Armin zarandeó el cuerpo de Zoe asustado

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Armin zarandeó el cuerpo de Zoe asustado. No se había fijado de dónde venía la sangre solo la había visto y eso había sido suficiente para preocuparlo.

Zoe se removió al sentir como le movían y se quejó. Quería seguir durmiendo.

– Zoe...

Al escuchar la voz de Armin se asustó y debido a que se encontraba demasiado cerca del agujero que dejaba ver el mar, cayó en este mandando escalofríos a todo su cuerpo y haciendo que se despertase completamente.

– Perdón... —La rubia negó saliendo del agua. Todo el frío inundó su cuerpo y fue algo que no pasó desapercibido para Armin.— Deberías quitarte la parte de arriba.

Zoe dudo pero sabía que si seguía con aquello iba a tener frío. Se giró dándole la espalda a Armin y dejó que la parte superior de su bikini cayese al suelo. Los ojos del rubio se habían perdido en la espalda bronceada de la rubia, en las curvas de su cintura y finalmente en sus perfectos glúteos los cuales se vieron incluso mejor cuando se agachó a coger su camiseta. Con esta puesta se giró hacia Armin y se sentó junto a él.

– ¿Qué haces aquí? —Se dejó apoyar sobre su hombro mientras le pasaba la sudadera que se acababa de quitar para que no tuviese frío.

– Tus padres te están buscando. No han sabido de ti durante todo el día.

– Dios mis padres. Tengo que ir a decirles que estoy bien.

Justo cuando se fue a levantar, todas las heridas que se habían creado sobre las plantas de sus pies le hicieron caer y menos mal que Armin se había colocado justo detrás de ella pues si no su culo habría dado contra el duro suelo.
Armin notó las lágrimas acumuladas sobre la chica y se giró dándole la espalda.

– Móntate. Te llevo.

– No... no hace falta.

– No seas cabezota.

No hizo falta más insistencia y con cuidado, Zoe se montó sobre Armin. Aunque fuesen de la misma altura y casi seguro su peso no fuese muy diferente, Armin tenía bastante fuerza y sus músculos se contrajeron cuando se subió sobre el.
Los párpados de Zoe se cerraron cuando su cabeza se apoyó sobre la espalda contraria.

Ambos iban en silencio. Sabían que tenían que decirse cosas, debían hablar y aún así sentían miedo por aquello.
El camino no fue demasiado largo y a Armin no se le hizo muy pesado.
Llamo por la puerta trasera y una Karla muy asustada y con los ojos rojos abrió esta. Soltó un alivio agradeciéndole a Armin a la vez que ya se encargaba ella aunque este negó. Por lo que siendo acompañado de los progenitores de esta fue hasta el dormitorio de la chica. Con suavidad la dejó en la cama y cuando iba a irse pues no quería estar molestando. Zoe agarró su mano impidiendo que se fuese.

Las miradas de ambos se cruzaron mientras que Belial y Karla dijeron que iban a estar fuera. Que cualquier cosa tenían su teléfono apuntado fuera.

– Mis padres nos han dejado solos por si nos apetece follar. —Susurro riéndose.— Se creen que su hija folla casi a diario.

Ocean Eyes || Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora