⚘⸻ DRAGON BALL: La mejor amiga de Gohan - ✓ |Reeditando| ✓

✖Capítulo 1: La llegada de la saiyajin✖

[Acerca del JPEG=]
Base: de Internet.
Diseño: de Avril Fassione.
Basado en: Fanart de Patrick Deza.

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Esta historia da comienzo en una montaña algo apartada del pueblo, en donde una redonda casa hospeda a tres de los más grandes héroes. Nada más, ni nada menos que a los Son. Es más, en este mismo momento, Goku y Gohan se encontraban jugado dentro de su casa al haberse dado un respiro de su arduo entrenamiento, ya que pronto tendrían que combatir con aquellos androides de los que les habían advertido. A su vez, Milk se hallaba cocinando un abundante almuerzo para saciar el apetito saiyajin que denotaban su esposo y su hijo.

Prontamente, se alcanzó a oír un fuerte sonido, el cuál logró sucumbir la paz que hasta aquel momento había dominado. La manera y el alto volumen en el que tomó presencia dicho ruido, provocó que los Son cubrieran sus oídos inmediatamente. Con las ansias a flor de piel por saber que sucedía, Goku fue el primero en salir de su hogar. Mientras tanto, Gohan se apresuró a socorrer primeramente a su madre, puesto que ésta había perdido el equilibrio al presentarse un pequeño temblor (probablemente consecuente de ya mencionado sonido), acabando de sentón en el suelo.
Al ya estar nuevamente con los pies sobre el suelo, Milk sostuvo su cabeza con ayuda de la mano que tenía libre, ya que la otra estaba sobre los hombros de su pequeño hijo, quién la ayudaba a mantenerse de pie sosteniéndola de la cintura y tomando firmemente el brazo que pasaba por detrás de su nuca. Rápidamente, los ojos de la pelinegra se abrieron de golpe. Había recordado que su hijo también había "peligrado". Entonces, se separó de Gohan de un salto, dándole un pequeño susto, y lo revisó de pies a cabeza. Luego de no encontrar heridas, decidió tomar la palabra.

—¡Gohan debes tener mas cuidado! Esta vez tuviste suerte, pero a la próxima puedes lastimarte muy gravemente— Dijo Milk con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

El joven saiyajin asintió levemente con la cabeza, a la vez que un casi imperceptible color rojo se apoderaba de sus mejillas.

Abstenido de toda aquella situación, Goku, aún en las afueras, no notó nada fuera de lo normal a su alrededor tras observar por unos minutos. Aunque, por inercia, dirigió sus ojos hacia arriba, logrando ahora sí divisar algo cercano. Era una pequeña cápsula que se avecinaba a paso rápido, algo que motivó al saiyajin a hacerse a un lado justo antes de que aquella pieza alienígena impacte sobre su persona. Cuando esta finalmente aterrizó, provocó un pequeño y breve temblor, haciendo que Milk volviese a caer otra vez. A diferencia de la primera vez, Gohan salió de la pequeña construcción para correr junto a su padre. Después de todo, ¿Quién se permitiría mantenerse ajeno al contacto con un extraterrestre? Especialmente cuándo se trata de dos de los guerreros que tienen por deber propio proteger al planeta Tierra de toda amenaza.

La compuerta de la cápsula se había abierto. De esta salió un espeso humo, a la vez que también lo hacía una silueta. Para ambos hombres se trataba de una fémina, a pesar de no estar del todo seguros por la neblina. Cuando finalmente aquella nube grisácea se disipó, pudieron confirmar sus suposiciones. Una joven de ojos oscuros, cabello negro amarrado con un lazo color plata y una exótica armadura había robando las miradas sorprendidas y curiosas que mostraban Goku y Gohan en ese entonces, las cuales iban dedicadas mayormente a la cola saiyajin que se sacudía detrás de ella.

Se tomaron el tiempo de estudiarla antes de reaccionar.
Ambos hombres recorrieron con sus ojos cada centímetro de la vestimenta de aquella chica en un vano intento de asociarla con algún planeta ya conocido. Sin embargo, jamás habían visto ese tipo de armadura. Era similar a la que portaba Vegeta cuando arribó a la Tierra, eso sin duda. Pero tenía tantas modificaciones que era casi imposible asociarla con un saiyajin. Sus hombreras eran mucho más pequeñas y relucían dado el metal del que estaban hechas; un metal color verde petróleo que también cubría sus muslos y abdomen. Sus mangas eran largas, pero negras, al igual que sus calzas y el body de cuello alto del traje. Por otra parte, su torso era cubierto por una armadura blanca que se apegaba a su silueta y se unía con aquel metal que resguardaba sus piernas, de adelante y atrás, y estómago. Este mismo era sujeto por dos tiras gruesas y del mismo material verdoso, aparentemente, que sostenían sus hombreras en su lugar. También, de un color blanco, tenía guantes cortos y botas que cubrían sus delgadas piernas hasta casi llegar a las rodillas.

Los dos saiyajines sentían tanta intriga como recelo en cuanto a la presencia de aquella extraña, mas esta no parecía inmutarse. Simplemente se mantenía allí, congelada y con un pie fuera de la nave. Lucía seria y ninguno de los guerreros conocía sus intenciones, por lo que se mantuvieron alerta en caso de que decidiera atacarlos por sorpresa.

Definitivamente, con la llegada próxima de esos androides y con el aterrizaje de esta desconocida, los guerreros tendrían unos días ajetreados.

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¡Holis!

Justo en estos momentos, tal y como dije en uno de mis avisos, comencé a ver Dragon Ball Super para continuar la historia, por lo qué ahora me encuentro editando capítulos pasados hasta traer los nuevos, ya que mi narración de antes no me gusta para nada y quiero modificarla para que nuevos posibles lectores no se espanten XD.

Así que eso, jeje... ¡Bye!