Posiblemente padre

XV

Todo ocurrió tan rápido que no hubo tiempo para reclamos o quejas. Sanemi llegó en un instante al auto de Giyuu pero no pudo encontrar las llaves en sus bolsillos. Tuvo que aceptar que fueran llevados por Kyojuro que, oh sorpresa, también puede manejar como desquiciado si otro desquiciado está en la parte de atrás gritándole que vaya más rápido.

Llegaron al hospital con muy buen tiempo y una patrulla de la que salió el único policía que se arriesga a seguir autos así.

—¡Te lo suplico Genya, ahora no!– al ver a Giyuu entre sus brazos no pudo más que dejarlo entrar al hospital.

También se dijo muchas veces que era su lado policía el que se encargaba de mantener a Kyojuro afuera, ser hermano de Sanemi para nada le hizo poner a Kyojuro a hacer un montón de tonterías para atrapar ebrios para sólo terminar multándolo, dándole a Sanemi mucho tiempo para cumplir con el rol de héroe y quizá futuro padre.

Para cuando Kyojuro al fin pudo entrar todo había terminado aparentemente bien. Necesitaba de una enfermera que le explicara lo que había ocurrido pero prefirió entrar a la habitación en la que Giyuu fue internado. No pudo evitar enternecerse al ver a Sanemi acostado al lado del doncel inconsciente y con una mano sobre su vientre. Le hizo desear poder estar de esa forma con Tanjiro algún día, el sólo imaginarlo lo llenó de alegría.

Se dejó caer en un asiento al lado de la camilla, esperando a que alguno despertara o que apareciera quién los atendió al entrar. La tranquilidad del lugar y el momento hizo que sus ojos también cedieran, al menos hasta que una nueva discusión lo despertó a pesar de ser entre susurros.

—Te digo que te alejes ¿Por qué mierda despierto y te veo acomodado en su pecho?–.

—Quería asegurarme de que siguiera vivo, juro que yo no lo rompí–.

—Idiota, obviamente sigue vivo... ¿Por qué demonios son todos tan confianzudos? Van a aplastarlo–.

Kyojuro pudo ver a Sanemi aún aferrado al costado de Giyuu, tratando de alejar a Inosuke que se había sentado al otro lado y acomodado su cabeza sobre el pecho del doncel para escuchar su corazón.

Sabito se acomodó junto a Zenitsu a los pies de la cama y Tengen a un lado seguía intentando desbloquear el celular.

Lo que más le importó fue ver que al otro lado de la habitación había un joven pelirrojo bastante apenado y sin saber si debería estar ahí o no.

—¡Dáselo a Shinazugawa, obviamente sabe la contraseña!–.

—¡SHHH!– todos callaron a Kyojuro pero estaban de acuerdo con él.

—No pienso desbloquearlo hasta que él despierte y Kanzaki me explique lo que ocurrió–.

—¿Aún no sabes? ¿Entonces cómo es que nos dejaron entrar a todos? ¿Y si no deberíamos estar aquí?– Sabito se levantó de la camilla y los pies de Giyuu de inmediato.

—¿Voy por Maoi?– de nada sirvió que preguntara porque no esperó respuesta, fue corriendo en busca de su chica que se alarmó al darse cuenta de todas las personas que habían en el cuarto.

—¡Oigan, no pueden estar tantas personas aquí! Deben esperar afuera, Tomioka sigue en observación–.

—Vamos Kanzaki, no seas apretada– Uzui provocó la ira de la joven con mucha facilidad, como siempre.

—¡Todos fuera, ahora! ¡Sólo puede quedarse un familiar o un responsable legal!–.

—Yo soy como su hermano– Sabito alzó la mano.

—Yo soy el padre del bebé– Sanemi se aferró al cuerpo como un niño al borde del berrinche.

—¡Pero yo quiero saber qué ocurre!–.