—Recuerda, te rompió el corazón–.
—Te llamó ramera–.
Tanjiro e Inosuke trataban de preparar mentalmente a Zenitsu que había accedido a hablar con Tengen luego de que éste recibiera una paliza por parte de Jigoro.
—Tiró tus cosas, no dejó que los problemas se aclararan y ni siquiera te dio explicaciones, sólo te botó en el hospital–.
—Te dijo ramera–.
—Te corrió cuando juntaste valor para buscarlo e intentar hablar, terminaste llorando y sufriendo tanto que casi te desmayas–.
—Te llamó ramera–.
—Liberó a Chuntaro, tuvimos suerte de recuperarlo porque se quedó cerca del apartamento en un árbol–.
—... te dijo ramera–.
—Bien, entiendo el punto, gracias Inosuke–.
—Lo golpearé por ti si me lo pides–.
—Creo que mi abuelito ya lo golpeó lo suficiente–.
Zenitsu se alejó de sus amigos muy lentamente en dirección a un albino que comenzaba a hincharse por los golpes. Su estómago gruñó por el pánico que le generaba acercarse a él de nuevo, las últimas veces que se vieron terminó llorando tanto que enfermó.
—Puedes dejar que Inosuke me golpee si eso te hace sentir mejor– siguió la mirada del mayor para descubrir que Inosuke estaba tronando sus dedos, listo para pelear en cuanto le dieran la señal.
—¿Es necesario? ¿Vienes a insultarme o algo así?–.
—Vine... vine porque soy el padre del bebé, la perra que nos atendió cambió los resultados y–.
—Lo sé, intenté decírtelo pero me cerraste la puerta en la cara cuando fui a verte–.
—Zenitsu... te juro que lamento no haber confiado en ti, me volví loco por todo lo que pasaba, las flores, las cartas y hasta las fotos ¿Cómo explicas que un hijo de perra tuviera fotos tuyas desnudo?–.
—El abuelo dijo que fue Kaigaku, dijo que alguien le confesó haber mandado todo eso porque él lo amenazó–.
Eso tiene sentido y lo hace sentir mucho más estúpido, si tan sólo no hubiese sido tan dramático todo se habría arreglado mucho más rápido y él no habría alejado a la persona que más ama en el mundo.
—¿¡Y lo protegerá!? No es posible que a mí me muela a golpes y–.
—No... yo... no quise saber nada sobre cómo lo arregló pero... anuló la adopción y le quitó el puesto de director de la academia. Creo que sigue hospitalizado porque alguien lo atropelló–.
—Karma de perra–.
Zenitsu contuvo una risita, un gran alivio recorrió su cuerpo al sentir que aún podía rescatar la dulce vida alegre que estuvo soñando tener durante gran parte de la gestación.
—Zenitsu... ¿Crees que podrías perdonarme? Sé que soy un imbécil, que te lastimé y me cerré al dolor, no dejé que te acercaras y sólo seguí dañándote... y es estúpido decirlo pero todo eso fue porque te amo demasiado– no supo si su voz se quebró por el golpe que recibió en la garganta o por las lágrimas que comenzaron a brotar.
Ya no podía ver bien a las tres personas que los observaban al fondo y Zenitsu también se empezaba a nublar, ni siquiera cuando leyó los falsos resultados lloró tanto como en ese momento.
—No pude soportar la idea de que me engañaras, de que no me amaras tanto como yo a ti– Zenitsu se dejó abrazar por Tengen, enterró el rostro en su pecho y se arrepintió al instante cuando el olor del albino le llenó la nariz.

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Posiblemente padre
Fiksi PenggemarLa vida de seis personas cambió por completo a partir del momento en que dos donceles, Giyuu y Zenitsu, quedaron en cinta. El nombre de Giyuu estará en boca de toda la escuela cuando se descubra el drama de que los profesores de matemáticas y de his...