°He can't escape°

°Capitulo 9°

Después de una larga noche, los rayos del sol golpeaban delicadamente el rostro de Aether, quien intentó levantarse incómodo, sintiendo un dolor en su parte baja. Se maldicio a si mismo y a su novio por no tener moderación.

—Amor—repitio una vez más el azabache—¿Sigues enojado?— pregunto mirando a su novio quien apenas podía caminar. Frunció el ceño ante la pregunta —¿Tu que creés?— respondió él rubio haciendo un tierno puchero, el cual su novio adoro—¡Perdón!, sabes perfectamente que no puedo evitar exitarme cuando puedo tenerte solo para mí, te veías tan lindo pidiendo por más. No podía resistirme—Dijo mientras ponía una mano sobre el lindo y redondo trasero de su novio. Aether suspiro derrotado, sintiendo como sus mejillas se volvían completamente rojas. ¿Qué tan desvergonzado podía ser?

—Sí, sí como sea, ¡ya deja de tocarme el culo en plena escuela! -°dijo molesto sacándole una risa al azabache—Perdón pero no hay nadie alrededor, no puedo desaprovechar la oportunidad— hablo mientras veía como su pequeño novio guardaba sus cosas.

Sonrió al verlo, era tan lindo, pequeño, perfecto y solo él podía tenerlo.

Las clases habían terminado y el rubio esperaba pacientemente a su novio en la salida, hasta que una voz femenina lo saco de sus pensamientos.

—¡Aether! ¿Me estas escuchando? —dijo la castaña mirando al rubio—Ah.. Lo siento mucho, Amber estaba en mi mundo... ¿Qué decías? — habló mostrando una de sus sonrisas más sinceras a la castaña, quien se sonrojo.

—Bueno, no importa, estaba preguntándote si el viernes estas libre para que podamos salir, Digo, hace tiempo que no salimos—hablo sonriendo —¡Claro Amber! Podemos salía pasear un rato y probar alguno de los los juegos, solíamos ir mucho con Venti...—Hablo Aether mostrando una sonrisa un poco triste—¡Sí! Me encanta la idea, entonces el viernes te espero en la salida para que nos vayamos juntos, ¡Bye!—hablo entusiasmada para luego irse.

Xiao, quien había observado y escuchado todo, frunció el ceño sintiendo un creciente enojo dentro suyo. Pero depronto surgió una idea que lo hizo sonreír ¿Por qué no arruinar la salida entre su chico y la castaña? Sonrió amplia y maliciosamente ante la idea, iba a ser muy divertido.