°Capitulo 8°

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Aether caminaba tranquilamente por los pasillos de su casa cuando, de repente, escuchó la voz familiar de su pareja llamándolo desde la puerta.

—¡Aether! —dijo Xiao, con esa voz grave que siempre lograba llamar su atención.

—¡Xiao! ¿Qué haces aquí? ¿Tu clase no terminaba a las 6:00? —preguntó Aether, algo sorprendido, pues no le gustaba que su pareja faltara a clase.

Xiao sonrió con una ligera satisfacción.
—Pedí permiso para salir antes, así podía venir a verte. ¿Puedo pasar?

Aether se quedó pensativo por un momento, considerando sus palabras. Finalmente, suspiró, resignado.
—Está bien, puedes pasar. Pero prométeme que no volverás a faltar a clase, ¿entendido?

Xiao asintió con una sonrisa traviesa en su rostro, encantado por la flexibilidad de Aether, y pasó a la casa del rubio.

—Mi hermana no está —comentó Aether mientras guiaba a Xiao hacia el interior—, se fue con su novio a un viaje turístico a la ciudad de Inazuma.

Al escuchar eso, una sonrisa pícara apareció en el rostro de Xiao, quien no tardó en acercarse a Aether y, con un movimiento rápido, lo rodeó con sus brazos, tomándolo por la cintura.

—Entonces… ¿por qué no aprovechamos para divertirnos un rato? —dijo, su tono juguetón cargado de intenciones.

Aether se sonrojó al instante. Aunque ya lo habían hecho antes, nunca en su propia casa; siempre elegían moteles para esos momentos privados. La idea de estar en su hogar le causaba cierta timidez.

—B-bien… —respondió tímidamente, evitando mirar directamente a Xiao, pero al mismo tiempo correspondiendo al abrazo.

Xiao, satisfecho con la respuesta, no pudo evitar sonreír aún más, dejando claro que estaba dispuesto a hacer que el momento fuera memorable.

Cargo al rubio con delicadeza llevándolo hasta su habitación para después ponerlo en la cama y levantar aquel suéter dejando ver los pequeños, pero rosados pezones del rubio. Acerco su boca a uno de los pezones para atraparlo entre sus labios mientras la otra bajaba por la espalda del pelidorado, el cuál soltó un gemido—¡h-ha! no l-lo muerdas—.

el azabache ignoró el comentario para luego llevar dos de sus dedos a la boca del menor—chupalos—el rubio obedeció y llevó su boca hasta los dedos de su pareja los cuales empezó a chupar de manera ansiosa y después de un rato habló— listo~ — Xiao alejo sus dedos de la boca del menor para llevarlos a su parte baja—E-espe- H-ha!— no pudo terminar de hablar. Sintió como dos dedos recorrían casi todo su interior haciéndolo gemir.

Empezó a mover sus dedos lentamente durante un rato para después aumentar la velocidad mientras los gemidos del rubio seguían éxitandolo —Ha! X-xiao.. Se siente b-bien h-hmg~— dejó de chupar los pezones del menor para dirigirse hacia su cara y empezar a besarlo bruscamente—Hmg!~—Xiao sacó sus dedos del interior del rubio para después hablar —Estas listo?— Aether asintió, realmente lo nesecitaba dentro suyo. Y de un movimiento brusco el azabache metió su miembro en el interior—¡Hmmh!—Y empezó a moverse sin delicadeza alguna.

—¡Carajo! Se siente tan jodidamente bien dentro tuyo—dijo mientras se seguía moviendo rápidamente y el rubio se aferraba a su pecho mientras gemia —X-xiao Mmhg~ sigue...más por favor,se siente bien!~
H-ha!~—.

Sin duda iba ser una noche larga. Obviamente que una ronda no iba a bastar para satisfacer a Xiao, pobre Aether.

°He can't escape°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora